La habitación esta oscura, y hace frio, con la punta de mi dedo todo el cristal que me separa de donde se encuentra mi papa. Lo observo acostado en esa cama, cables conectados en sus brazos, una venda blanca en su casa, tenía conectado una mascarilla para el exigió, me parte el alma observar a mi padre allí. La mascarilla que tengo puesta cubre mi boca y mi nariz, me la bajo un poco para poder limpiarme.
El doctor no me permitió pasar a donde él se encontraba solo me permitió verlo desde afuera…así que aquí estoy.
-Señorita, la visita se acabó.- Escuche la voz de una chica.
Con la mano puesta en el cristal, comencé a bajarla poco a poco. Me acerque al cristal y deje un beso, imaginando que se lo doy a mi papa.
Volteo y allí estaba la enfermera esperando en la puerta para salir de la habitación.
-Chica- La llame.- El cepillo de diente aun sigue en el baño?- Indague.
Estos días que he estado aquí, la enfermera me ha conseguido un cepillo de dientes que puedo utilizar ya que me rehusó a ir a casa y dejar a mis papas.
-La verdad no lose- formo una sonrisa sin despegar sus bajos.
Asentí- Ok, iré a ver.
Ella solo asintió.
Estoy camino al baño de los enfermeros. No, no uso el baño público. Cuando abrí la puerta lo primero que veo es un cuerpo secar del estante donde se guarda n las cosas.
-No esta.- dice, Agustín, mientras sigue buscando.
-¿En serio? Y ahora.- Dije mientras me acercaba a él.
Se encogió de hombros.- Si quieres voy a casa y traigo ropa y cosas de higiene personal.
No es mala idea.
-Deberías
-Se dice, gracias, Agustín, eres increíble.- emitió una voz chillona.
-¿Quién habla así?
-tú
Claro que no.
-Claro que si.- Volvió a remedarme.
-¡oye!- me queje.
-¡oye!.
-¿vas a seguir?
Se colocó las manos en las cinturas.- ¿Vas a seguir?
-Inmaduro.
Me saca la lengua.- Aburrida.
Lo imite sacando la lengua.
-Busca la manera de hacer algo útil.
-bisci li miniri di hicir ilgi itil.
-¡Ya, Agustín!, me estresas.
Comenzó a reírse.- Necesitas con urgencia la crema y el cepillo de dientes, por un momento pensé que me hablaba un dragón.
Sentí mi mandíbula caerse al suelo.
-Cierra la boca, que hay mosca.
Me daba pena hablar por lo que había dicho, pero tenía muchas ganas de insultarlo.
-¿Te deje muda? Ni porque tengas el aliento más feo del mundo me iría de tu lado.
Quede sin palabras cuando me dijo eso. La verdad no sabía cómo sentirme cada vez que Agustín me decía esas cosas muy lindas. Y me aferre a él, sé que está mal, pero es lo único que me tengo.
-Debería de ir a casa a buscar la crema de dientes ¿verdad?
Asentí.-Gracias a Dios Tienes el coche.- Sonreí.
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Mi nuevo cuidador
أدب المراهقينJuliana es una chica de 17 años sufre de una enfermedad , pero eso no la detiene al momento de querer salir, bailar...Ella vive con sus padres, son muy protectores y estrictos, no le permiten hacer nada de lo que hacen los jóvenes de su edad, cansad...