Capítulo 24 - Situaciones. Parte 2

52 2 0
                                    

NARRA WESLEY

La vi sentada en ese frío banco y solo quería levantarla de ahí y meterla entre mis brazos con fuerza. Tenía grandes ojeras que asumo eran por no dormir bien, la entendía, estaba demasiado preocupada por su hermano. Llevaba el mismo vestido que usó en la negociación con los Frayer, aunque estaba un poco descuidado su cabello y maquillaje seguía viéndola hermosa. Lo que me causo gracia fueron sus pantuflas de conejito. Nunca se las había visto.

- ¿Como has estado? - pregunte para romper un poco el hielo.

- Sobreviviendo - dijo con voz apagada. - ¿Que hay de ti? - medio sonreí

- ¿Quieres saber la verdad? ¿O lo que les digo a todos? - ella me miró raro y negó con la cabeza un poco decepcionada.

- Lo que quieras. No voy a obligarte a decir algo que no quieras - estaba molesta, podía notarlo, pero esa vez no podía decirle lo que estaba haciendo.

- Se que sigues molesta conmigo, te diré toda la verdad - me miró - Pero no ahora, Brandon nos necesita. Y se que tu también me necesitas... - me atreví a decir

- ¿En que basas esa conclusión?

- En que pasé el mes mas espantoso de toda mí vida sin ti y que ahora que te tengo justo frente de mí, se que tu cuerpo pide a gritos estar cerca del mío - me miró sorprendida - Lo se, porque yo también siento lo mismo.

Ella me miraba pero no decía nada. Quería lanzarme a abrazarla sin esperar respuesta pero a la vez quería darle su espacio. Me sentía mal por haberle mentido, por no estar aquí cuándo mas me necesitaba. Respire hondo, y le dí la espalda para que no notara que mis sentimientos podían terminar convirtiéndose en lágrimas de niño, cuándo sentí unos brazos rodearme el estómago y un cuerpo frío en la espalda sonreí satisfactoriamente. Quité sus brazos y me dí la vuelta, envolviéndola fuertemente entre los míos.

- Te extrañe tanto princesa, no sabes cuánto - susurraba cerca de su oído mientras mi rostro solo quería estar en su cuello

- Y yo a ti - dijo ella apretándome mas. Me separé y sequé con mis dedos unas lagrimitas que se habían escapado.

- Ya no llores mas - le dije mientras mis labios necesitados buscaban lo de ella. Pero Sarah volteo su rostro antes de que pudiera hacerlo.

- Tengo prácticamente dos días sin asearme - la miré confundido - No quiero besarte así - me reí un poco.

- No me importa - puse mi mano en su mejilla - Eres hermosa así como estás

- No voy a besarte así - se sentó de nuevo. Me agache frente a ella tomando sus manos

- Amor, se que estás preocupada por B, todos los estamos. A mí no me molesta que estés así y tampoco lo hago porque París me lo haya pedido. Pero creo que lo mas conveniente es que vayamos a tu casa, te duches, comas algo y duermas un poco. Necesitas retomar energías para cuándo B despierte.

- No quiero irme de aquí

- Yo lo se, pero tienes que descansar. Tu también puedes colapsar. Anda, ¿Que me dices?

- ¿Solo quieres que te bese cierto? - me reí un poco.

- Me preocupa tu bienestar y se que tu también quieres hacerlo, así que estamos a mano - Sonrió radiantemente.

- Solo un par de horas y volvemos.

- Claro que sí,  vamos - extendí mí mano para que la tomará y tomé la maleta que había traído.

De camino a la salida encontramos a Haley, le dijimos que volveríamos en un par de horas y que nos avisara si algo ocurría. Busqué el auto de Sarah y conduje hasta su casa. No hablamos en todo el camino, y no fue incómodo, solo que Sarah ya estaba por dormirse. Al entrar a su casa tuve demasiados recuerdos de Brandon, era imposible no pensar en él. De la nada Sarah se acercó a mí dándome un abrazo. Y estuvimos así por un largo tiempo.

El destino nos trajo aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora