Capítulo 11 - Poder Femenino

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Seguía observando desde el auto como Wes estaba inmóvil en el pequeño camino de asfalto del parque con una sonrisa en los labios, le pedí a Pier que hiciera sonar la bocina del auto para que entrase y fue tanto lo perdido que se encontraba en sus pensamientos que el ruido lo hizo dar un salto asustándole un poco y haciéndolo reír a carcajadas después. Empezó a trotar hacía nosotros y se sentó junto a mi.

Sentí que me miraba, que me analizaba mientras yo no podía quitar esa estúpida sonrisa de adolescente enamorada. Con esa misma sonrisa voltee a verle.

- ¿Qué? - dije divertida.

- ¿Qué fue eso? - Seguía sonriendo.

- ¿De qué hablas? - Haciéndome la qué no entendía.

- ¡De eso pues! - Señaló al parque.

- ¿Y eso qué es? - señale en su misma dirección.

- ¡Basta! - dijo riendo - Sabes de lo que hablo... - me señalo con su dedo índice. Empecé a reír más fuerte.

- No, no lo se... - dije mientras sacaba mi móvil del bolsillo el cual había empezado a sonar.

- Qué pasa si yo... - Wes se acercó a mi. MUCHO. - ¿Si yo hiciera algo que te dejara inmóvil? - susurro en mi oído. Mi sonrisa cambió por unos labios entre abiertos y un par de tomates como mejillas. Intenté contener la calma tomando mi móvil para contestar la llamada, marcando toda la pantalla con mis dedos llevándolo a mi oído.

- ¿Si? - pregunté casi en jadeo sin dejar de mirar a Wes, quién me observaba con una mirada pícara.

- ¡¿Se puede saber que demonios tengo que hacer yo para que MI NOVIA me diga donde esta?! ¡MIERDA! - La voz molesta de Zahc se escuchaba muy fuerte para mi gusto, el rostro de Wes cambió totalmente frunciendo el ceño, se alejó pero no dejaba de mirarme ni yo de mirarlo.

La llamada se encontraba en altavoz. ¡Que bonito! ¿así o más torpe?

Desactivé el altavoz rompiendo el contacto visual con Wes, deduje había tecleado por error el altavoz al intentar calmar mis nervios por la cercanía de él y lo puse de nuevo en mi oído.

- ¿Puedes calmarte por favor? - Le pedí amablemente mientras miraba por mi ventana. Eso al parecer no sirvió de nada. Wes me miraba atento a cada respuesta que le daba a mi enojado novio.

*- No me grites Zahc, no hay motivos para hacerlo...

*- No, no lo hagas. Eres mi novio no mi padre...

*- Estoy pasando unos días en París, disfrutando las cortas vacaciones, no se...

*- ¡Pero no tienes que ponerte así! ¡POR DIOS! ¡Ya Cálmate!

Guarde silencio unos segundos y negué con la cabeza.

- Pier... ¿Podrías detener el auto un momento por favor? - Dije un poco cansada y molesta con Zahc. Nunca se había puesto así, y mucho menos me había gritado.

- ¡Hey! - La mano de Wes se posó sobre mi pierna haciéndome girar a verle. - ¿Estás bien? - Asentí, no quería dar explicaciones ni menos que Zahc preguntara con quién hablaba. Pier detuvo el auto más rápido de lo que creí, me baje del mismo mientras respondía "Pier es mi chófer" y cerraba la puerta. Me recosté en la parte trasera mientras le daba explicaciones a Zahc.

Después de unos 15 minutos de un largo y ficticio round de boxeo donde ambos nos dijimos muchas cosas, él terminó diciendo "De que le servía una novia de la cuál no va a saber nada cuándo quiera hablar con ella y tener la suficiente confianza para contarle sus cosas" (y eso que no le dije que mis vacaciones las pasaba con mi viejo amor del pasado) y yo un poco dolida le dije "Cuándo madures aún puedes llamarme".

El destino nos trajo aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora