Capítulo 10 - ¿Reconciliación?

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Narra Sarah:

Abrí los ojos como si nada, pequeños recuerdos de lo que paso anoche y ésta madrugada rondaban por mi cabeza.

- Estoy jodida, completamente jodida... - decía en voz alta - ¿Como pude decirle que aún lo amo? Es una locura - seguía hablando - Aunque me quité un peso de encima en contarlo no se siente tan bien como creía.

Busque mi móvil. Miré la hora, 8:15 am se que no dormí mucho por el cansancio que sentía mi cuerpo. Recordé que ayer no pude avisar a Mamá y a Brandon que todo había salido bien. O algo así. Llamé a Mamá primero y no se que hora era allá, solo la llame e igual hice con Brandon, la llamada entre los dos no duro mas de 5 minutos. Con mi padre hablaría luego.

Aún era temprano así que decidí terminar de vaciar las maletas, cuándo tenía como 10 minutos en eso me cansé de nuevo, busque una toalla y una camiseta que Brandon me regalo en mi cumpleaños, era de fútbol sin mangas y decía TOM BRADY en la parte de atrás. Oh si, mi hermano tenía buenos gustos. Era de su talla, me muy por encima de la rodilla, puede decirse que es ¿un mini vestido deportivo? Fui al baño, me di una ducha rápida, seque un poco mi cabello y cuándo iba en toalla a la habitación Ina estaba en la cocina.

- ¡Buen día Ina! - salude con una sonrisa.

- ¡Buen día Sarah! ¿ya quieres desayunar? - preguntó amablemente

- Si claro, déjame terminar de arreglarme y vuelvo - Entré a la habitación, me coloqué crema en todo el cuerpo, me vestí, me hice una trenza de lado y salí descalza a la cocina.

Mientras Ina preparaba el desayuno conversaba con ella de todo un poquito, me alegre de saber que conocía a mi padre, se que él le gusta compartir con personas así. Me di un desayuno enorme de panqueques con miel y luego Ina me preparó una ensalada de frutas. Nos estábamos riendo no se de que cosa cuándo alguien aclaró su garganta detrás de mí.

- Buenos días señoritas... - Dijo Wes mientras se rascaba la nunca, vestía un mono ancho con una franela de mangas largas. Lo mismo de esta madrugada, estaba ligeramente despeinado y también descalzo. Al sentarse junto a mi desapareció mi sonrisa.

- ¿Ya quieres desayunar Wesley?  - Le pregunta Ina

- Primero me daré una ducha y bajaré a comer Ina, gracias - ella asintió y nos dio la espalda. Yo me concentré en mi ensalada de frutas. Me miró como si quisiera decir algo, pero se limitó a ponerse de pie e ir arriba. Ina se quedo mirando y se acercó a mi.

- ¿No te agrada mucho Wesley cierto? - me dijo en voz baja. Me le quedé viendo sin decir nada por unos segundos y luego respondí.

- Es complicado Ina, anoche discutimos. A él lo conozco de antes... - miré mi ensalada y seguí comiendo.

- ¿Es un ex? - preguntó con esa inocencia de mujer preocupada. Empecé a reír.

- Algo así Ina... - no quise dar muchos detalles, después le contaría todo. 15 minutos después bajó Wes, esta vez venía sin franela dejando al desnudo ese hermoso cuerpo que tiene ¡Benditos ángeles de Dios no me hagan pecar! Decía dentro de mi.

Se sentó de nuevo a mi lado. No sabía si era su champú o alguna crema corporal, pero la fragancia que inundaba mis fosas nasales hacía que me removiera incomoda en la silla, moría por abalanzarme encima de él. Hubo un silencio por unos minutos, Ina le sirvió desayuno a Wes y anunció que iría a hacer unas compras para la comida de mañana, pero al ver su sonrisa pícara antes de salir imaginé bien lo que estaba tramando. Me aproveché de la situación y le pedí que trajera muchas fresas y chocolates. Ese era su castigo por dejarme sola sola con Wesley.

El destino nos trajo aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora