❐ ❛ Our son ❜ ( Jeremike/Fitzafton )

Abuelo caza desobligados

Bueno, después de lo sucedido, Jeremy regresó al ciber a seguir trabajando, pero para su desgracia, el cholo al qué había dejado jugando Free Fire se robó tres computadoras, las impresoras, y algunos productos que estaban a la venta. Tuvo problemas con su jefe, y lo acabó dispidiendo. Jeremy no duró ni dos horas trabajando en ese lugar.

Iba a mandar todo a la verga y ponerse a vender churros, hasta que pasó frente a una cafetería, la cuál, encima de una de las ventanas de los costados había un letrero que decía 'se solicita empleado o empleada" para atender y dar servicio en la cafetería. Obviamente Jeremy no dejo pasar la oportunidad, presentó otra solicitud de empleo y quedó contratado.

—Ehw, la cocina no es lo mío, pero creo que esto es mejor que trabajar en un ciber. —Se dijo así mismo el rubio mientras se colocaba un delantal negro.—

Su jefe le había explicado que era lo que debía hacer, también le dió un libro de recetas para que hiciera los bocadillos y bebidas que la gente pidiera. Jeremy se encargaría del turno de la tarde, pero al menos le darían una buena paga.

Abrió una puerta para meterse y estar tras el mostrador, tomó el control remoto de la televisión Smart, entró a Youtube y puso canciones de Selena Quintanilla.

Poco a poco fueron llegando algunos clientes a pedir cosas simples cómo cafés de Moka o americanos, frappes, smothies, baggets, crepas, entre otras cosas. La mayor parte eran adultos que pasaban por ahí en busca de que comer durante su descanso, sin embargo, cuando cayó la media tarde, adolescentes empezaron a pasar a la cafetería para pedir algún aperitivo. Jeremy no entendía de dónde vergas salió tanto chamaco, pero cuando salió a barrer el patio, se dió cuenta de que al otro lado de la calle había una universidad.

Una de dos, o era pendejo, o estar tantos años vagando por un chingo de partes en el mundo hizo que se le olvidará cómo era Hurricane.

Tampoco se había dado cuenta de que encima de la cafetería había departamentos para estudiantes. Genial, ahora durante su estadía en el trabajo tendría que escuchar a chamacos coger.

Unos clientes fueron a pedir frappes de galleta, Jeremy los atendió, y cuando se fueron se puso a lavar el vaso de la licuadora en el fregadero. Escuchó la campanita sobre el mostrador que le indicaba qué había llegado otro cliente, y se apresuró en acabar de lavar.

—En un momento te atiendo. —Le respondió sin voltear a ver a la persona que estaba detrás del mostrador, pues le estaba dando la espalda.—

—Está bien. —Dijo el cliente; se trataba de un joven castaño de mechones desordenados y casi grifos, que miraba la pantalla de su celular con sus ojos azules. Vestía con unos jeans azules y sudadera color café. La voz del empleado le resultó familiar, pero le dió igual.—

—Bien, ¿Qué es lo que vas a pedir? —Dejo el vaso de la licuadora en el lavavajillas, se secó ambas manos con una toalla, y se acercó al chico con una sonrisa. —Hoy tenemos Smothie de piÑAAAAAAAAAAAAAA... ¡AAAAAAAAAAH!, ¡¿GABRIEL?!

El nombrado brinco del susto y apartó la mirada de su celular, puso sus ojos sobre el empleado, y se llevó la gran sorpresa de qué era el wey todo pendejo que decidió abandonar a su familia para huir de sus responsabilidades; así es, ese pendejo por desgracia era su hermano mayor.

Con un brillo sobre sus ojos verdes, Jeremy extendió sus brazos en la espera de que su hermano se pusiera sentimental y fuera a abrazarlo, pero eso no ocurrió. Gabriel tan sólo lo veía con total desaprobación, cómo si fuese algún extraño. Era más que obvio que a él chico le había dolido tanto que su hermano se desapareciera por años sin dar ninguna señal de vida, haciéndole pasar malos ratos a su abuela y a él, además de que estaba decepcionado por abandonar a Michael con un bebé.