Mi Querido Familiar - Izuku x Nejire -

[FUENTE DE LA ETERNIDAD]

Ya habían pasado días desde que la guerra concluyó, la gente ha estado recuperándose de toda la muerte que hubo. Izuku por su parte se fue recuperando de sus heridas y de todo lo que tuvo que pasar en esa pelea, ahora tenía un problema más de que preocuparse, había alguien capaz de matarlo.

Izuku: ¿Donde coloco esta roca?

Ibara: A la izquierda sin arrastrarlo.

Izuku: Hija de...bueno *Dejándolo a la izquierda*

Ibara: Un poco más.

Izuku: ¿Y ahora?

Ibara: Un poco más.

Izuku: ¿Ahí?

Ibara: ¿Sabes qué? Estaba mejor en donde lo dejaste al principio.

Del enojo Izuku levanta la roca y de forma brusca la arroja contra el suelo.

Izuku: ¡¿Ahí?!

Ibara: Sí, gracias.

El peliverde al ver las cajas se encuentra con Nejire ayudando, las miradas de ambos se encontraron para luego desviarlas haciendo que no había pasado nada.

Ibara: ¿Entonces?

Izuku: ¿Entonces qué?

Ibara: ¿No vas a hacer nada al respecto?

Izuku: ¿Sobre qué? *Recibiendo un golpe con las espinas*

Ibara: Tu ya sabes a lo que me refiero.

Izuku: Te voy a ser sincero, no lo sé. No sé como reaccionar a este tipo de situaciones, hace tiempo que no siento algo así.

Ibara: Pero fuiste tu quien la besó, ¿no?

Izuku: Sí.

Ibara: ¿Que planeas hacer? ¿Solo vas a esperar a que tu mente se aclare?

Izuku: Sí *Recibiendo otro golpe* ¡Ya basta!

Ibara: Entonces deja de ser un idiota y haz algo, ella te ama y tu la amas, tienes que hacer algo antes de que pase otra cosa.

Izuku: Lo sé, pero tengo que pensar en una forma de hacerlo.

Ibara: Tu siempre quieres hacer las cosas a tu manera.

Izuku: No me juzgues por eso, falta poco para que terminemos de reconstruir este lugar.

Ibara: Sí, aunque tienes que ir al territorio de los elfos.

Izuku: ¿Por qué?

Ibara: Tienes que reparar la runa de la Fuente de la Eternidad.

Izuku: Está bien, aunque me va a quitar años de vida.

Ibara: De hecho, contigo no va a ser para tanto.

Izuku: ¿Por qué?

Ibara: Tu tienes muchos años de vida, llevas vivo tres mil años y tu especie...

Izuku: Cállate, nadie tiene que saber eso de mí.

Ibara: Tranquilo, te las quitaste hace años por lo que nadie se dará cuenta.

Izuku: Pero aun tengo las cicatrices, ¿por qué crees que hago lo mejor posible para que no me vean sin ropa?

Ibara: Tal vez tengas razón, apresurate para terminar esto.

Volvieron a pasar día y todo estaba como antes, los muros volvieron a la normalidad al igual que las casas, pero no se puede decir lo mismo de la gente que perdieron. Ahora mismo todos estaban en el muelle del territorio de la hadas, todos los elfos estaban abordando sus barcos, uno de esos estaba reservado para llevar los restos de sus compañeros caídos y darles un entierro honorable en su hogar.