Mi Querido Familiar - Izuku x Nejire -

[TRATO]

Tras haber finalizado su primer día en la escuela Nejire se dirigía a su dormitorio, lo complicado de este lugar era que no había camino, solo escombros flotando. Ella con tan solo poner un pie en el lugar vio como todos los escombros formaban un camino hacia donde estaba la sección de su clase.

Nejire: No sé que decir ante esto.

Izuku: No digas nada y ya, esto ni siquiera se parece al territorio de las hadas.

Nejire: ¿Y cómo es?

Izuku: Es complicado de explicar, lo único que puedo decir es que a las hadas le gustan mucho las plantas, en especial las flores.

Nejire: Ya quiero ver mi habitación.

Al llegar a la habitación Nejire se fija en como todas sus maletas estaban arriba de la cama.

Izuku: Por fin me puedo transformar.

Ya volviendo a su forma humana Izuku solo se quita sus gafas para que con solo unas palmadas todas las cosas de Nejire se acomodoran por si solas.

Nejire: Se me hace chistoso ese hechizo.

Izuku: Fue gracias a este hechizo que tus padres no te encerraron en el calabozo.

Nejire: Ya te he dicho que no es un calabozo, solo no me iban a dejar salir por una semana.

Izuku: Es lo mismo, vivir contigo ya es un castigo para mí.

Nejire: Que chistoso eres.

Izuku: Nunca dije un chiste.

Nejire: La clase de educación física si que fue un dolor, necesito mejorar mi condición física.

Izuku: Eso es primordial, no desearías encontrarte con un usuario de antimagia.

Nejire: He odio hablar de ello, lo único capaz de destruir cancelar la magia.

Izuku: Sí, los conceptos de la antimagia son simples, si haces un hechizo de lo que sea a un usuario, este con solo tocarlo va a anular ese ataque. Y exageran un poco, no mata al portador de la magia, solo le deja una herida que ninguna magia podrá curarla.

Nejire: ¿Y qué pasa si mueres?

Izuku: No tener magia en un mundo en donde eso es lo primordial significa la muerte, ya no encajarías en este territorio ni en ningún otro.

Nejire: Eso es muy cruel.

Izuku: No todo es color de rosas, Nejire, tienes que ver la realidad tal y como es. Créeme, ella tuvo que aprender eso a la fuerza.

Nejire: ¿Tu hermana?

Izuku: Si, por eso me recuerdas mucho a ella. Ambas siempre piensan lo mismo, perdonan al enemigo sin importarles lo que ha hecho en el pasado.

Nejire: Ya veo.

Izuku: No digo que dejes de ser amable, solo digo que debes ser más precavida, incluso si eso significa que tienes que matar a alguien.

Nejire: Sí, lo entiendo.

En eso la mirada de Izuku se enfoca en un brillo desde la ventana, con sus manos forma unos binoculares y con ellos logra ver que la persona era Aizawa.

Izuku: Voy a salir un rato.

Nejire: ¿Para qué?

Izuku: Voy a revisar la escuela, quiero ver cuanto ha cambiado.

Nejire: ¿Quieres que te acompañe?

Izuku: No, necesito hacer esto solo.

Nejire: Ya veo.

Al quedarse sola Nejire no puede quitarse de la mente todo lo que Izuku le dijo.

Nejire: ¿Podré ser la mejor hechicera del mundo con sangre en mis manos?

Su mirada se enfoca en las gafas de Izuku y decide ponerselas.

Nejire: Wow, con esto puedo ver el nivel de poder de los demás.

Con Izuku, este estaba siguiendo a Aizawa hacia el área central de la academia, ahí estaba una estatua en honor a Kaina Tsutsumi y enfrente suyo estaba el director regando las plantas alrededor de la estatua.

Aizawa: Lo traje como usted pidió.

Yagi: Gracias, puedes dejarnos solos.

En ese momento las dos personas más poderosas se veían de forma tranquila.

Izuku: ¿Por qué me llamaste?

Yagi: En primera quiero agradecerte por haber ayudado en el disturbio de ese elfo.

Izuku: ¿Qué sabes de mí?

Yagi: Solo sé que te llamas Izuku Midoriya y vienes de la gran guerra, eres un soldado perdido en el tiempo.

Izuku: ¿Qué es lo que quieres?

Yagi: Quiero tu ayuda.

Izuku: ¿Mi ayuda?

Yagi: Sí, quiero tu ayuda para defender a la raza humana de la extinción.

Izuku: ¿Extinción?

Yagi: Desde hace algunas semanas hemos estado encontrando pistas sobre un grupo de cinco personas haciéndose llamar “Los Exiliados”.

Izuku: Déjame adivinar, cada uno es un miembro de una raza distinta.

Yagi: Así es, creemos que ellos tienen planeado hacer algo que amenace a la humanidad y por eso necesito tu ayuda.

Izuku: Dime algo.

Yagi: ¿Qué es lo que quieres saber?

Izuku: ¿Me podrías decir que fue lo que sucedió con todas las razas?

Yagi: ¿Y qué te hace creer que yo sé algo sobre eso?

Izuku: Sé que cuando una persona toma el cargo del director recibe las memorias de sus antecesores, pero por alguna razón no pueden acceder a las memorias del primer director.

Yagi: Cuando la guerra terminó y con la muerte del primer director hubo una guerra civil entre las cinco razas, querían dividir el territorio humano en partes equitativas al vernos como la raza más débil.

Izuku: Ni siquiera eso ha cambiado.

Yagi: Lo sé, al final todos se fueron debido al gran poder que tenemos.

Izuku: Te refieres a las murallas, ¿no?

Yagi: Así es, lo que esta oculto en esas murallas es la única carta ganadora de la humanidad.

Izuku: ¿Qué es lo que en realidad necesitas de mí?

Yagi: Quiero que vigiles la Esmeralda de la Vida y la Muerte.

En eso el pecho de la estatua deja ver un pequeño cofre y dentro de este estaba una esmeralda.

Izuku: Esto es...

Yagi: Es lo único que pido, yo soy demasiado viejo para esto y no sé si podré pelear una última vez.

Izuku: Lo haré, pero no por ti. Lo haré porque aquí hay una persona que me importa y porque esta gema le pertenecía a una persona de mi pasado.

Yagi: Te lo agradezco.

Izuku: Ahora vete, quiero estar solo con la estatua.

Yagi: Entendido.

Viendo que estaba solo hace crecer flores del suelo para dejarlas en la estatua.

Izuku: Kaina, hicimos mucho para proteger a la humanidad y a las otras razas, ¿y así es como nos pagaron? Malditos traidores.

En eso al cerrar sus ojos su puede ver a Nejire haciendo su tarea.

Izuku: ¿Valió la pena todo lo que hicimos? Acaso, ¿tu muerte valió la pena?

Fin de la Parte Once.