Cada noche cambia de forma, nadie conoce si alguna vez fue hombre. Lo único que se ve cada noche es una figura trajeada, alta, con un porte elegante, sin embargo, la imagen sombría de sus ojos grita: ¡Huye! Mas las cadenas que me atan a ese lugar me lo impiden. Cada día veo mi muerte más cerca cuando en la noche la figura trajeada aparece, sin embargo, nunca llega. Varias veces pensé en ser yo misma quien acabase con este sufrimiento, pero, las manos de la figura trajeada nunca me lo permiten.
Vivir en esta mazmorra, probablemente sea, la mayor de las torturas.
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Historias para no dormir
PoetryAVISO DE LA AUTORA: Estimado lector: Probablemente se interesó de este libro con intención de leer unos cuantos textos bonitos e incluso emotivos, pero esa, no es la finalidad de esta obra. Servidora escribió estas palabras con el corazón en la ma...