Esperé mi redención durante siglos, durante milenios, por los tantos crímenes que cometí, por las tantas muertes que causé, por las tantas torturas que realicé, y por tanto sufrimiento que provoqué.
Espero mi redención, no por que me arrepienta, sino porque lo deseo, porque te deseo, por estar a tu lado, siendo tu mano derecha y tu defensora, queriendote por siempre y negandome a no hayarte.
Si no estás ahí te buscaría por mil mundos con el único deseo de hayarte, de olerte, de tocarte, de besarte, de jamás soltarte. Y si jamás llego a hayarte no esperaré ni medio segundo en destruirlo todo, cualquier vida aparente, y cualquier edificio u obstáculo, pues sin ti, el mundo no merece vivir.
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Historias para no dormir
PoetryAVISO DE LA AUTORA: Estimado lector: Probablemente se interesó de este libro con intención de leer unos cuantos textos bonitos e incluso emotivos, pero esa, no es la finalidad de esta obra. Servidora escribió estas palabras con el corazón en la ma...