III

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- Se oyen por estas tierras que vos volvéis a ser cómo erais.
- ¿Y cómo era? Si se me permite saberlo.
- Volvéis a ser la joven que soñaba, que volvéis a ser feliz, que os habéis dejado atrás dudas, intrigas, tristezas y fatigas; que volvéis a luchar por lo que amáis y por lo que consideráis justo, tal y cómo os enseñaron, también dicen ciertas lenguas que ya no sufrís de mal de amores, y por supuesto dicen que volvéis a ser feliz.
- Fueron años los que me costaron volver a ser la joven risueña que era, vuelvo a ser feliz de eso que no os quepa ninguna duda, aunque ciertas personas de mi entorno se pensasen que lo era, mas es mi deber dejarles claro que no fue así durante mucho tiempo, que aquello que llaman sonrisa puede llegar a ocultar las mayores lágrimas que un ser pueda llegar a contener, y que esa era la finalidad de cada una de aquellas.
- ¿Quereis decir que vos mentíais a los vuestros?
- Jamás he admitido tal infamia, simplemente les mostraba a cada uno lo que creía que necesitaban.

Historias para no dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora