HE'S || Imagina Con Taehyung🍷 ||

5.El castigo.

5.

HEE-T.N

La cocina emana un silencio hiriente, Taehyung siempre tiene una mirada seria, pero esta vez no solo veo seriedad, si no veo enojo.

–¿Cuantas cartas haz enviado?.—Preguntó avanzando al bote de basura y arrojar mi pequeña carta.

—T-taehyung, p-puedo explicarte...

–No soy de las personas que acostumbran a repetir dos veces, ¿Cuantas jodidas cartas haz enviado?.

Estoy perdida, mi corazón palpita tan rápido que estoy empezando a sentirme con un poco de vértigo.

—4 cartas.—digo sin algún remordimiento el número de las cartas exactas que le he mandado.

—4 cartas.—repitió el número.

Taehyung tomó una silla y la coloco en medio de la cocina sentándose enseguida.

–Coloca tu abdomen aquí.—Hablo para dar palmadas en su regazo.

¿Qué mierda me está pidiendo?

—Por supuesto que no lo haré.—Dije con enojo.

—Claro que lo harás, te mereces el castigo.

—No sabia que se castigaba por mandar cartas.

—Se castigaba a las personas que traicionaban, y que casualidad que tus cartas son símbolo de traicion en tu matrimonio.—Dijo para levantarse de la silla y acercarse a mi.

Su respiración roza mi cara de lo cerca que se encuentra de mi.

—Así que, ¿Cuanto hace que nadie te toca?.—Dijo sarcástico para recargarme en la barra de la cocina.

—Se que no debí de mandar las cartas... pero,

—No te atrevas arreglar lo que ya causaste, sabes lo que yo puedo hacer y el estúpido de Seokjin no puede.—Cada palabra la susurraba en mi oído.

Taehyung comenzó a subir mi vestido sin permiso alguno sentí el contacto de su mano con mi pierna.

—Que tu eres mi esposa y puedo tocarte las veces que yo quiera.

La mano de Taehyung navega por los botones que se encuentran en mis pechos para empezar a desabotonar mi vestido.

—T-taehyung.—Gemi seco su nombre al sentir sus dedos rozar mi pecho bajando más y más hacia mis senos.

—Odio cuando no acatan mis órdenes, agradece que eres mi mujer.

Su mano se entrelazo con la mía guiándome a la silla antes puesta en el centro de la cocina.

Se sentó separando sus piernas un poco para dar palmadas en su regazo por segunda vez.

La excitacion controla mi cuerpo, con solo tocar un centímetro de mi pierna y rozar sus yemas de los dedos en mi pecho.

Tiene razón y nadie me ha tocado, la excitacion es evidente en mi respiración tan acelerada.

Hago lo que me pide, me bajo para recargar mi abdomen en sus piernas me cuesta respirar al poner todo mi peso en sus piernas.

—4 malditas cartas.—Hablo para levantar con detenimiento mi vestido hasta llegar a mi cintura.—Serán en total 4 nalgadas y quiero que las cuentes conmigo.

¿Nalgadas?

Sin previo aviso sentí el golpe para soltar un jadeo y su voz ronca soltó el número uno, sin pensarlo saco el uno con el poco aire que tengo.