Capítulo veintiocho (Parte 1).

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James se encontraba escondido lo suficientemente cerca para escuchar —sin ser visto— la conversación que se estaba produciendo entre el encargado de la biblioteca y una noble estudiante. A pesar de esto, lo siguiente que escuchó fue:

—Sé que te escondes. —Dijo calmadamente Delta mientras leía y pretendió cambiar el tema hablando cómodamente como si nada acabase de ocurrir—. ¿Sabes lo que sucedió en este libro: “el cuarto bermellón”? —mientras mencionaba el título de la obra, cerró y levantó el libro levemente de su escritorio, permitiendo al entrometido contemplar el hermoso ejemplar—es un caso resuelto, en el que ella no era el autor intelectual descubriendo todo, detrás de escena era otra persona. Supongo que el verdadero deductivo está intentando plantar y dejar evidencia para que piense que todo fue resuelto por ella y asi ayudarla. ¿Si sabes las consecuencias de ello? el detective en este libro renuncio a la recompensa que se le otorgaba si resolvía el caso. y supongo que para ti es lo mismo.
Quiero dejar en claro que nuestro legado se  muestra leal para aquellos que entregan el documento tanto directa como indirectamente. pero solo a una persona.

Una pausa silenciosa se manifestó en aquella biblioteca, y, volviendo a abrir el libro para reanudar su lectura, Delta agregó:

—El verdadero detective realizó todo esto para dejar huecos en la investigación que fácilmente podrían ser resueltos, haciendo ver que ella había resuelto todo sola. Debe ser porque él quiere que sea ayudada. Aunque no lo he terminado de leer. Pero… ¿sabes cómo podría terminar? si el después necesitara la recompensa ya no tendría derecho alguno de reclamarlo para el. pero si me preguntasen a mi  yo diría que... seguire según sus órdenes.

....
Sus órdenes.

Aquella frase quedó rondando en la mente del anterior mayordomo y personaje de un juego de citas.

Cuando planeó en secreto ayudar a Ideealaria, no previó ser descubierto por Delta. Pero a él no le importaba aquello, siempre y cuando pueda cumplir el pago de aquella deuda unilateral que James sentía hacia ella. Tal vez es solo un sentimiento de culpa que de alguna forma se incrementó y transformó para finalmente convertirse en una deuda. Él no lo sabía en un comienzo, pero… ¿Cuándo empezó?

Tratando de apegarse a su buena memoria, recordó el inicio de todo.

Desde su anterior vida.

—¡Hermano, mira! El juego de Ds “A beautiful love" ahora es para Android. Ahora lo podré jugar en el hospital, ¿podrías, por favor, ayudarme de nuevo en la ruta de Delta y sus mini juegos? Todavía no logro entenderlos.

—Eso es porque eres una idiota, Emma.

(Correctora: Pesa’o  >:C, ¡así no se trata a las hermanitas!)

—¡¡¡No lo soy!!! —Vociferó con molestia hasta agotar sus pulmones— Pero~ ¿me vas ayudar o no? —Preguntó con ojos suplicantes y ambas manos juntas, como si estuviera rezando, apenas tomó un buen respiro.

—No, tengo cosas mejores que hacer. —Respondió tajantemente a propósito para molestar a su hermana.

—¡Hermano, por favor! A cambio te daré un resumen de la historia, ya que ahora somos compañeros de hospital tendremos mucho tiempo para hablar, será buena contigo, ¿si~? —Alargó la “i”, mientras no quitaba una mirada inocente de sus ojos, esperando así torcer la voluntad aparentemente firme de su hermano.

Luego de unos segundos, que se sintieron eternos para la joven, su hermano respondió.

—Vale. —Suspiró mientras veía a su hermana hacer un ademán de victoria con las manos—. Pero en la noche tienes que descansar o tu cuerpo no podrá resistir.

—¡¡¡Gracias, hermano!!! ¡Eres un amor, te prometo que si muero en la operación y rencarno en otro mundo te recordaré siempre! —Abrumada por la emoción abrazó fuertemente a su hermano, gritando diversas frases en señal de agradecimiento.

Sin embargo, esto no fue de agrado para su hermano, puesto que deseaba que todo resultase bien en la operación de su hermana. Y sintiéndose incapaz de mostrarse vulnerable frente a ella en esos momentos, enmascaró su tristeza con indiferencia y fastidio.

—¡¿Pero qué estupidez estás diciendo?! ¡Esas cosas otakus de isekai te dejan tonta! Mañana todo saldrá bien, ¿no escuchaste que es una operación simple de trasplante? —Viendo el semblante serio de su hermana, suspiró y cambió de tema—. Y por cierto espero que mínimo me des tus postres de por vida por este favor.

—Hmm… Veamos, ¿qué tal por un mes? —Intentó negociar recuperando el ánimo.

—Dos.

—Ok.

La sala de operaciones tardó una tarde en estar lista. Esa noche, Emma y yo tuvimos una conversación agradable de los intereses de ella, como pago por adelantado obtuve el resumen de su juego, la historia de unas cuantas películas y otros. A pesar de todos mis esfuerzos por alejar su mente de la operación, ella se veía nerviosa y antes de cerrar los ojos me volvió a decir en forma de broma:

—Si muero, hermano, no te voy a olvidar.

Por alguna razón, sentí que había mucho más oculto en esas palabras.

¿Quién diría que quien no pudo soportar la operación como donante fui yo? No supe cómo, pero de alguna forma lo sé, había muerto.

Cuando abrí los ojos me encontraba en una habitación fría y sucia, mi cuerpo adolorido estaba acostado y tapado con una frazada que estaba negra por la suciedad. Como pude me puse de pie. Aún no entendía cómo es que había llegado a ese lugar y antes de poder asimilar lo que me había ocurrido, la puerta de aquella empobrecida habitación se abrió.
 
—¿Es este mi vástago?

—Sí, señor. —Dijo una mujer de cabello rojo con una vestimenta antigua, sucia y vulgar, ya que de una forma exagerada daba a relucir su busto.

—¿Y la pxta que lo dio a luz?

(Correctora: Censurado por los jóvenes que leen aquí owo)

—No se sabe.

—Bien, aquí tienes. –Extendiendo la mano le dio a la mujer unas monedas color café, cubriéndose nariz y boca con un paño me miró—. El olor es asqueroso y la apariencia… A pesar de todo, te pareces a tu madre.

Apenas hubo dicho eso aquel hombre viejo y alto, un fuerte dolor de cabeza me bombardeó junto con los recuerdos del cuerpo anterior. No pude soportarlo y caí desmayado. Durante ese tiempo, tuve un sueño por el cual pude con calma comprender la vida de este niño de 6 años.
Su madre —quien había muerto o desaparecido hace dos años atrás— fue la amante de este hombre, ella dio a luz a este pequeño y tan pronto como pudo lo abandonó por unas cuantas monedas en la mansión de este hombre viejo y arrugado, quien lo había descuidado sin ver ni una sola vez el rostro de su hijo hasta ahora que lo necesitaba. Esto debido a que su hijo mayor había muerto y dejado en banca rota a la familia durante el tiempo que la administró.

Esto último lo sabía gracias a los rumores que podía escuchar de los pocos sirvientes que aún quedaban.

Al parecer, lo que más le preocupaba a este hombre era que su linaje se extinguiera, ya que su hijo nunca le dio un nieto. Afortunadamente para él, se acordó que este niño suyo existía y acordó con los pocos contactos que tenía un futuro que, a pesar de las circunstancias, era bastante bueno para el niño. O eso escuché.

(Nota de la autora: el libro cuarto bermellón solo esta inspirado en el nombre y género del libro original del escritor Arthur Conan Doyle “Estudio en escarlata” su contenido no es para nada similar a si que para aquellos que se leyeron el libro no encontrarán ninguna familiaridad con lo que Delta señala )

La villana se enamoro del hombre viudo con dos hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora