Capítulo veintiocho (Parte dos).

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Aviso importante en la parte final por favor no saltar

Al despertar de mi largo sueño —en el que vi el pasado de este cuerpo—, me percaté que un hombre de mediana edad con bata azul estaba a mi lado en la cama. No era el mismo que fue a verme el día que entré en este cuerpo, afortunadamente.

—Su diagnóstico es fatiga por desnutrición. —Guardando algunas cosas que no me eran familiares en su maletín, agregó—. Estará bien, solo necesita descansar y comer adecuadamente. Estos medicamentos ayudarán en su recuperación. De este suplemento de lagartija con sangre de toro debe tomar 1 cucharada tres veces al día durante 2 semanas. —Dejando unos frascos en el mueble al lado de mi cama, instruyó a la única persona adulta en la habitación.

—Si, dostor, así será. —Contestó con tono humilde una vieja mujer que por falta de dentadura no podía hablar bien.

Mientras ella se encontraba recibiendo las indicaciones del médico, pude observar el lugar en el que me encontraba con más detalle. Se trataba de una habitación limpia, con una cama decente junto con unos cuantos muebles antiguos, en la esquina del cuarto se encontraba un espejo de cuerpo entero y uno que otro libro y papeles encima de un escritorio polvoriento, el cual me llamó la atención puesto que era lo único no limpio en esta habitación.

Terminando de hablar con el médico, el cual salió de la pieza tan pronto acabó su trabajo, la mujer se aseguró que pudiera tomar con mis manos el medicamento y que tuviera la suficiente fuerza para levantarme, luego señaló un balde de madera con agua a su lado el cual tenía una pequeña barra de jabón y un trapo viejo y dijo que el señor me estaría esperando y quería verme limpio en su despacho pronto. Después de decirme eso, cerró la puerta y se fue.

Aún aturdido y desconcertado por mi apresurado despertar, realicé casi mecánicamente lo que me pidió esa vieja mujer y antes de salir, a pesar de que todavía no podía asumir la situación en la que me encontraba, decidí mírame al espejo para afrontar la nueva apariencia con la que me vería desde ahora en adelante. Al verme no podía creerlo…


Nunca había visto un ser humano de ojos morado. Eran unos irises tan hermosos y el cabello verde no se veía nada mal. No es como si un niño no pudiera teñirse el pelo y ponerse lentillas para lograr esta apariencia, pero por la época en la que me encuentro y la anterior situación económica de este niño, dudaba mucho que pudiera realizar cualquiera de estas dos acciones. Era hermoso apresar del raquitismo  y...— dijo pasando un poco sus pensamientos— extrañamente familiar.

Pero por más que intentara no podía recordar dónde vi esta apariencia anteriormente.

—¿Verlo? No, eso sería imposible para mí en mi anterior mundo, ya estaba muerto.

Sí, morí a los 15 años en Estados Unidos y, por alguna extraña razón, mi alma atravesó el universo o cosmos o lo que sea para llegar a este lugar y despertar en este cuerpo,  obteniendo una segunda oportunidad para vivir, ¿como sería posible que este niño me pareciera familiar siendo que estoy seguro que en mi primera vida no lo vi?

Terminando de vestirme, tiré de un cordel junto a la puerta. Esto era lo que había señalado la anciana para llamarla una vez que terminara mi baño.

—Tasdaste bastante, ¿eh? Sígueme, el seños no estará muy contento con tu retazo.

Saliendo del cuarto con la señora, no caminé mucho hasta llegar a una enorme puerta, luego de golpearla, abrió el padre de este cuerpo sin tener que esperar ni un segundo.

—Te esperé por mucho tiempo. Desde ahora no será permitida ninguna falta de cordialidad cómo lo es el llegar tarde.

Me miró de arriba hacia abajo con una mirada de reproche y señaló una esquina para que me parase.

—Espero que puedas comportarte adecuadamente, a pesar de tu mitad de sangre sucia, para saber si tienes el valor que estoy invirtiendo en ti. —Dijo con un tono despreciativo—. Te quedarás en la anterior habitación de Frederic, que en paz descanse, —miró al suelo con un semblante solemne y melancólico, mas pronto su expresión cambió a desdicha cuando me miró— no saldrás a menos que te llame, comerás y vivirás en ella para que puedas absorber un poco de la nobleza de él.

(Autora: Bueno, tan gran noble no era, si te dejó en banca rota)

(Correctora: Me da la impresión que lo deja en el cuarto de su fallecido hijo, porque no tiene dinero para hacerle una pieza nueva, ya que lo dejaron sin plata :/)

Sacando unos papeles, los estiró hacia mí, pero la letra de estos era extraña y nunca antes vista por lo que no supe lo que decía.

—¿Sabes leer?

—No, señor. —Negué.

A pesar de que no me agradaba la forma en que me trataba, decidí contestar respetuosamente.


—Estaba esperando demasiado del hijo de una pxta. —Masculló para sí lo suficientemente fuerte para que lo escuchase—. Mañana llamaré a alguien que pueda enseñarte a leer y escribir, entre más rápido aprendas, mejor. —Retiró el papel que me estaba entregando y continuó— Cuando aprendas esto, junto con las normas básicas, y tengas una apariencia más estética —refiriéndose a mi estado de desnutrición—, realizarás tus funciones como mayordomo personal de la hija de la familia del marqués, posición que, gracias a mis contactos, pude conseguir —dijo con una sonrisa y su voz cargada de orgullo, semblante que cambió rápidamente al mirarme—. No me decepciones.

—Si, señor.

—Bien. —Asintiendo complacidamente, agregó— La familia del marqués pidió un grado de nobleza para quien postule al puesto, así que espero que nunca nombres el estado de tu madre, siempre fuiste el hijo menor de esta casa que por afección física no pudo conocer el exterior, espléndidamente te estás recuperando. Afortunadamente tienes el color de ojos de mi familia; los barones de Lacriett. —Terminó con una mirada de orgullo al nombrar su apellido. Se aclaró la garganta y preguntó—. Entonces ¿cual está tu nombre?

No recuerdo el nombre del dueño anterior de este cuerpo, pero dudo que él lo sepa o le importe si le doy otro, así que le diré mi nombre real. Eso fue lo que pensé.

—James.

—Desde ahora serás James Lacriett de Marcelá. Repite en voz alta, ¿cuál es tu nombre?

—James Lacriett de Marcelá. —Repetí con seguridad.

—Tienes buena memoria, eso es ventajoso. El momento de ingreso a la mansión del marqués se designará una vez tengas listo tu aprendizaje básico, que espero no sea mucho, la señorita Ideealaria Von Lattiere de Phero necesitará un mayordomo inteligente.

Un momento, ¿dijo Ideealaria Von Lattiere de Phero? ¿ese nombre no era el de la villana del juego que me contó mi hermana?
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Aviso:

Hola, mis querid@s lectores, estoy aquí para decirles que debido a que la novela se me a
alargado más de lo debido, terminaré la temporada 1 después del capítulo 28.3.

Lo que significa que después de susodicho capítulo se cerrarán las oportunidades para poner sus preguntas en el capítulo especial.

Las preguntas de los personaje se deberán realizar en la parte final del capítulo 24 parte 1.

Allí saldrá explicado cómo se deben realizar las preguntas.
Sé que les dije que la temporada 1 terminaría con Ideealaria escapándose, pero —aunque efectivamente se escapará— decidí acortar las temporadas y terminar esta con el capítulo 28, parte 3.

Gracias por siempre leer y apoyarme con sus comentarios y estrellitas 🌟      ෆ╹ .̮ ╹ෆ.❤️

La villana se enamoro del hombre viudo con dos hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora