La villana se enamoro del hombre viudo con dos hijos

Capítulo dieciocho (Parte 2).

En el momento en que comparé en mi escritorio los mapas de la biblioteca con el comprado en la estación de trenes me di cuenta de algo. No sé si fue intencional o no, pero se siente como si hubieran querido quitar a propósito una parte del mapa. Puede ser posible que solamente se eliminara por ser algún pueblo que ya no existiese o que hubiese sido abandonado hace tiempo y por eso lo quitaron de los mapas más recientes, ya que el de la biblioteca tiene unos cuantos años y no se ha actualizado en todo este tiempo.

En este mundo es común que, por ataques de ciertas bestias, enfermedades, o catástrofes naturales; tales como inundaciones, terremotos, aluviones, etc. un pueblo sea removido o destruido. Aunque, para que eso pase, el pueblo debe ser pequeño, estar bastante alejado de cualquier otra aldea y sin posibilidad de que lleguen recursos de auxilio enviados por la Familia Real. Sin embargo, esta aldea está aproximadamente entre cinco y seis días de la ciudad principal, que es exactamente dónde me encuentro viviendo ahora en el internado de la Academia.

-Aunque si no tomo en cuenta las vías ferroviarias, les habría tomado entre nueve a diez días el llegar. Según el mapa, en la actualidad hay dos paradas para descansar antes de llegar al pueblo. -Piensa mientras marca en su mapa con una x el lugar en que se debería encontrar el pueblo ahora inexistente-. Una es en la parada del tren, cerca de la salida de este, y el otro punto se encuentra aproximadamente un día antes de llegar al pueblo. Es extraño, está en una aldea cercana que si está señalada. -Hizo una pausa reflexionando y se concentró en cada poblado-. Este pueblo y el marcado con la x están separados por un bosque que, viéndolo bien, es muy peligroso. Dudo de que alguien común quisiese vivir o visitar un pueblo así. ¿Y si-...?

Tratando de quitarse la extraña corazonada que sentía, empezó a razonar lógicamente consigo misma.

-No, piénsalo bien, Ideealaria -negó con la cabeza como si eso fuese a quitarle la idea que acababa de contemplar-. Incluso si ese lugar siguiera existiendo, no sería una buena opción para vivir. -Y para convencerse más de esto, empezó a numerar los porqués no le era conveniente elegir dicha localidad- Primero; por la zona en que se encuentra este poblado, el trabajo debe ser casi nulo, aunque podría trabajar la tierra, no sabría cómo hacerlo. Además, me estoy esforzando por obtener un título y el trabajo agrícola no lo requiere, sería como desperdiciar todos mis años de estudio. Segundo, el viaje sería incómodo y peligroso. Me estoy preparando para protegerme a mí misma, pero no deseo ponerme en peligro al irme a vivir a un bosque peligroso solo porque tengo una corazonada acerca de este lugar. Tercero, no estoy siquiera segura de que siga existiendo. -Dijo esto último bajando su tono de voz un poco triste, que, por extraño que fuera, no sabía de donde le venía.

Meditando un momento, cabizbaja, Ideealaria decidió seguir buscando información de este pequeño lugar solo para confirmar la inexistencia de este. Buscando entre los libros, el atlas y un diccionario que seleccionó de la biblioteca, buscó algún registro o noticia del pueblo sin nombre.

Por lo general, cuando un pueblo no tiene nombre, es llamado por el nombre de los bosques, ríos, mares, montañas o valles que se encuentren cerca. Por ejemplo; si el pueblo estuviera cerca del río Nilo, el pueblo se llamaría Pueblo del río Nilo. Pero, en este caso, se encuentra cerca de un bosque mágico llamado Semi.

-¡Qué extraño! -Ideealaria exclamó. Interesada por saber el significado, lo buscó en el diccionario que trajo por si las dudas y leyó en voz alta-. Ese nombre se puede definir como 'medio', 'casi', 'no del todo'. -Dejando el diccionario sobre el escritorio, sacó algunas conclusiones un tanto emocionada-. Entonces, este es El Pueblo del Bosque Semi. Ahora que sé el nombre, seguro podré encontrar algún tipo de información que pueda quedar acerca de esta localidad en la enciclopedia o en el atlas nacional.