En la batalla de las 3 deidades, una pandilla salió ganando, murió uno de los líderes y otra quedó en coma.
La pandilla que ganó formó otra pandilla llamado "Bonten", que en un futuro se convertiria en la organización criminal más peligrosa de Japón...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya han pasado unos días desde que Senju volvió a la mansión, todos los personales lo habían cambiado menos los guardias los habían cambiado. Senju había adelgazado mucho ya que aún le costaba comer. Todos ellos estaban preocupados, ni las visitas de Wakasa, Benkei y Aki le animaban mucho. Y solo comía depende de quien le traiga la comida, cuando son las sirvientas siempre las niega, solo como cuando son sus hermanos, los de Bonten y sus amigos.
—Has adelgazado mucho enana — le acaricia el pelo.
—Toma otro bocado — corto otro trozo de carne y se lo da, ella con cara de asco pero aún así se lo come — bien hecho.
—No quiero más, estoy llena — aparta la bandeja de comida.
—Así no vas a crecer, enana — le pincha la mejilla haciendo que la fémina inflase sus mofletes.
—Exacto, tienes que comer más la próxima vez — deja la bandeja en la mesa.
—Estoy bien así, solo quiero dormir — se esconde debajo de las sábanas.
—Esta bien, duerme tranquila, Sanzu te traerá la cena — dijo Rindou levantándose de la cama junto su hermano.
Listo para marcharse pero Senju los detuvo cogiendolos de la ropa. Ellos dos se miraron y le sonrieron, se volvieron a sentarse en la cama mientras que la albina intentava dormir.
Al caer la noche Senju ya se había despertado y estaba esperando a su hermano mientras seguía charlando con los Haitanis. Al rato la puerta se abrió dejando ver una cabellera rosa con una bandeja de comida en la mano.
—Ya estoy aquí, os podéis marchar — apunta la puerta.
—Joo~ ¿no nos dejas quedarnos? Que malo — mira a Senju — dile algo enana — la albina solo se rio por la escena.
—Si, si soy malo, ahora fuera — los hecho de la habitación y va donde está Senju — ¿cómo has estado?
—Supongo que mejor, aún tengo pesadillas — baja la mirada y su hermano le acaricia su cabeza —¿ te quedas conmigo esta noche? — pregunto levantando su mirada para mirarle a los ojos.
—Claro que si — coge la bandeja de comida — ahora tienes que comer — Senju hace una mueca pero aún que no quiera se lo comió — buena chica.
—Hermano — le llama.
—Mhm
—¿Takeomi te dijo quienes saben sobre nuestra relación?
—Si.
—¿Estás enfadado? — dice preocupada.
—Contigo no pero mataré a Koko — lo dice porque a cambio del secreto era que Koko la perdonarse — ese desgraciado, como se atreve manipularte — apretá su puño.
—Relájate, puede que antes haya hecho eso pero ahora me trata muy bien.
—¡¿VES?! — levanta la voz — te esta manipulando, me esta quitando tu atención —afirma.
