En la batalla de las 3 deidades, una pandilla salió ganando, murió uno de los líderes y otra quedó en coma.
La pandilla que ganó formó otra pandilla llamado "Bonten", que en un futuro se convertiria en la organización criminal más peligrosa de Japón...
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—¿Me repites lo que dijistes hermanito?
—De ahora en adelante comerás con nosotros en el comedor — dijo relajado el mayor pero en realidad estaba muy alterado, no le hace mucha gracia que coma con todos los demás.
—¿¡PORQUÉ LUCES TAN CALMADO!? — le grito la chica — desearía tener tu cara de relajado — suspira — porque tengo que comer con vosotros —pregunta.
—No lo se, Mikey lo quiso — suelta el humo — y no puedo contradecirlo, ya pedí mucho con que te quedarás en la mansión.
—¿Y que hago? — mira a su hermano — ¿lleváis armas para comer? — el mayor asintió con la cabeza — ¿no me atacarán? — niega con la cabeza — entonces no puede ser para tanto —se deja caer en el sofá.
—Claro que es para tanto — la albina le mira — depende quienes se sientan a tu lado — la apunta — en especial los Haitanis, ten cuidado — dijo recordando lo que le dijo Sanzu.
—Si lo se, ya quede bastante traumada la otra vez — se abraza a si misma y nota la mirada de su hermano — ups, se me escapó — ríe nerviosa desviando su mirada.
—¿Qué te hicieron? — se levanta del sofá individual y golpea la mesa donde lo separa de la mujer.
—Tranqui, no me hicieron nada — intenta relajarlo — te alteras más por esto a que tenga que comer con los mafiosos más peligrosos de Japón — comenta.
—Son cosas diferentes — se vuelve a sentar — en la mesa estamos yo y Sanzu — suelta humo — si estas sola con ese par es peligroso — la mira serio.
—No pasó nada, vino Kakucho y me puede salir de allí — explica.
—Mmmmm esta bien.
—Sabes, hice un nuevo amigo — Takeomi la mira sorprendido — es Mochi — al escuchar su nombre se vuelve a relajar.
—Esta bien — asiente.
—Yyyyyyy.... ¿te puedo pedir un favor? — su hermano vuelve a asentir — ¿me puedes conseguir el número de Aki?
—¿La enfermera? — pregunta.
—Sí, es mi única amiga.
—Bien, lo conseguiré — en eso tocan la puerta — entra — y se abre la puerta dejando ver una sirvienta.
—Señor ya está la comida hecha.
—Ahora vamos — la sirvienta asintió y se fue — sígueme y siéntate donde te digo — su hermana asiente.
Salen de la habitación y van acia el ascensor. Caminaron por los pasillos y llegaron al comedor, donde ya estaban todos allí. Todos en la sala miraron a los recién llegados y uno de ellos estaba sonriendo. Takeomi guió a su hermana y la sento a su lado, que era una de los asientos más alejados de su jefe.
