Capítulo 9. Es De Cáncer

435 45 86
                                    


Nunca he sido el tipo de persona que dice "Genial, Lunes. Aquí vamos de nuevo." con sarcasmo y desagrado. Me gusta ver cada semana como una nueva oportunidad y experiencias por ser vividas a pesar de la rutina. Y ahora que lo pienso, no tengo una rutina, ni siquiera cuando estoy estudiando o trabajando.

Claro, sigo mi horario de clases o la jornada laboral (aunque muchas veces estoy cerca de llegar tarde o me quedo tiempo extra), pero, fuera de ese horario, nunca sé lo qué haré. En ocasiones hago planes en lugar de quedarme en mi departamento a hacer tarea, dibujar y usar la portátil. Salgo con amigos cuando es posible, me quedo en la escuela con mis compañeros a idear proyectos o charlar. Ahora que son vacaciones y trabajar es mi única responsabilidad, ando en la patineta a explorar lugares a los que nunca fui de niño, a conocer tiendas, saludar a extraños amigables, o quedarme sentado en una banca a disfrutar el ambiente silencioso y la flora que hay en este pueblo, sus vastos árboles y pasto verdes.

Pero hoy...

Hoy no fue ese "nuevo día" por el que estaba emocionado por una razón absurda e infantil.

No era que tenía altas expectativas de un Martes cualquiera, con la única diferencia de que han pasado veinte años desde que nací, pero una parte de mí (una gran parte), tenía la esperanza de que fuera un poco especial o al menos diferente a ayer: un Lunes muy aburrido de principio a fin que me recordó por qué varias personas viven con esa mentalidad negativa de que siempre será igual. 

Sólo van dos días de la semana y ya puedo decir que lo que queda de ella no será muy placentera.

—¡Adiós, Tommy! ¡Feliz cumpleaños! —me grita mi compañero de trabajo a seis metros de mí, caminando con entusiasmo hacia su bicicleta mientras yo cierro la puerta con llave- o mejor dicho: la copia de la llave que ÉL perdió la semana pasada y acto seguido me responsabilizó por haber dejado abierta la puerta cuando era SU turno de cerrar.

Idiota.

No. No debería dejar que un malentendido así afecte mi humor hoy ni ponerme en su contra, es una persona normal como yo, de la misma edad y con una vida y problemas que desconozco. Puede cometer errores al igual que cualquiera. Tampoco debería tomarme personal el trato que recibimos por parte de un par de clientes que tuvimos hoy, siendo muy groseros como para tratarse de una jodida pizza que sigue siendo comestible a pesar de tener champiñones, contrario a cómo la habían pedido.

Me mantendré positivo el resto del día (o noche, ya que el sol se ha ocultado por completo). Lo haré como siempre a pesar de que no soporto ver cómo se va con una sonrisota en la cara sin nunca haberse disculpado por el incidente reciente, a pesar de que me rugen las tripas y me duele la cabeza por que no he comido desde la mañana y olvidé ir al súper el Domingo pasado.

Lo haré lo mejor que pueda, a pesar de que ninguno de mis amigos parece estar disponible hoy.

Comprendo que Hannah no haya dicho nada, ni siquiera estoy seguro de haberle dicho la fecha de mi cumpleaños, y yo tampoco recuerdo la suya. Ian está de gira por México. 

Puedo entender que Jenny sigue en el trabajo y al no tener tantos recursos como el habitante promedio no tiene internet o datos en su celular viejo. Al igual que Dylan, ella no suele usar sus redes sociales o mensajear pero por distintas razones.

Sofía... No logro imaginar qué estará haciendo, ¿Estudiando? Son vacaciones, sería exagerado que sus padres la obliguen a hacerlo todo el día.

Kai es quien menos me puedo creer que tenga una agenda llena hoy. No trabaja, no estudia. No tengo la mínima idea de qué hace la mayor parte de su tiempo aparte de cuidar a los perros, surfear, y salir con su montón de conocidos que apenas conozco de reojo.

Mi Faro De LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora