Cada escalón que subía era una tortura para él, quería darse la vuelta y abrazarse a ese hombre ruso al que tanto había llegado a querer en tan poco tiempo, quería bajar de nuevo y limpiar sus lágrimas, decirle que todo estaba bien y que juntos podrían con todo lo malo que la vida pusiese en su camino, pero siguió subiendo hasta llegar a su habitación, no tenía fuerzas ni ánimos para pensar en alguien que no fuese él mismo, tenía que centrarse en su bienestar.
Se sentó en su cama, limpió sus lágrimas y soltó un hipido, era demasiado todo lo que estaba pasando últimamente en su vida, no podía más, tal vez Viktor tenía razón y debían centrarse en su trabajo y asimilar todos los cambios, ir despacio y ver como iba fluyendo todo, dejar que el tiempo decidiera si debían seguir juntos o no, pero amaba a ese hombre y lo necesitaba para ser plenamente feliz.
Quería darse una ducha, cambiarse y meterse en la cama para ver si lograba conciliar el sueño pero, no tenía ganas de nada. Se quitó los zapatos y se tumbó en la cama vestido, apenas hacía frío asi que, simplemente se acurrucó y dejó que el cansancio y el sueño le envolvieran llevándolo a una dimensión donde no tenía problemas, simplemente se dedicaría a descansar.
Estaba dejándose llevar por el sueño cuando unos brazos lo envolvieron, sintió el pecho de Viktor pegado a su espalda, el calor que desprendía su cuerpo y que tanto había extrañado, la calidez de sentirse protegido, que nada malo le podía pasar estando con él, el rostro del mayor hundiéndose en su cuello dejando un dulce y suave beso, se sentía tan bien.
-No voy a irme de tu lado Horacio,- dijo susurrando en su oido.
-Gracias por quedarte,- comenzó a sollozar de nuevo.
-Mírame, date la vuelta-
El muchacho le encaró, lágrimas volvían a decorar sus preciosos ojos. Volkov secó con sus pulgares cada resto que dejaban en su morena piel mientras se deslizaban por ella, besó con dedicación cada centímetro de ese rostro cansado.-Todo va a ir bien, vamos a hacer que funcione, vamos a conseguir ser felices juntos, -
-Yo...solo quiero estar contigo y que estemos tranquilos,-
Viktor envolvió al tierno muchacho en un abrazo, besó su pelo, su frente, su nariz y, cuando iba a besar sus labios, se detuvo un instante, posó sus manos dulcemente en sus mejillas, -abre los ojos,- le pidió. Ambos conectaron sus miradas, vieron a través de ellas el amor que se profesaban, se amaban, era innegable.Juntaron sus labios en un beso cargado de sentimientos, los movían lentamente disfrutando de la agradable sensación de cosquilleo en sus estómagos, se aferraban al contrario como si fuera la última vez que pudieran estar juntos.
🔞ALERTA🔞
Se separaron, sus corazones latían alocados, volvieron a mirarse, Horacio juntó ligeramenete su nariz con la contraria acariciándola, dejó otro beso superficial en esos labios que sabían que eran suyos, pasó lentamente su lengua por el labio inferior de su chico haciéndole soltar un leve jadeo, humedeció también el labio superior, se acercó aún más a su cuerpo quedando pegados.
Las manos del ruso delineaban tranquilamente la espalda del moreno, subía y bajaba dejando que las yemas de sus dedos erizaran la piel por donde pasaban, juntó sus labios nuevamente en un roce, notando la respiración agitada de su novio quien puso su pierna entre las suyas rozando su miembro.
Horacio besó el cuello blanquecino, dejaba lentas lamidas subiendo hasta el lóbulo de la oreja volviendo a bajar, despacio, tranquilamente, agarrándose con fuerza a la camiseta del mayor, diciéndole sin palabras -no te vayas de mi lado-.
El ruso sentía escalofríos, acariciaba la nuca de su pareja tirando con cuidado de los finos cabellos azules, apartandolo de su cuello para poder besar sus esponjosos y húmedos labios, mordiéndolos gentilmente, haciendo que abriera la boca para poder saborear su lengua y jugar con ella.
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Érase una vez...
РазноеHoracio cuenta un cuento a su hija, es la historia de como Viktor y él se conocieron y pasaron por muchas dificultades hasta poder acabar juntos. Presente y pasado entremezclados para llegar a un final...¿feliz?.