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~•Sándwich•~

Mi corazón latió desbocado y quise decirle a Soraru-san "bien, puedes besarme..."

Pero...estoy nervioso.

--¿me deja? ¿Sí?--sus labios rozaron los míos y sentí una corriente eléctrica recorrer por todo mi cuerpo hasta las yemas de mis dedos.

Retrocede...no deberia querer besarte Soraru-san, sin embargo...

--y-yo...--no pude ser capaz de verlo directo a los ojos, desvié la mirada hacia sus labios.

Son tentadores...¿por qué quiero besarlo?

--S-soraru-san...--hubo un gran silencio y su labios estaban rozando los míos.

Detente...me gu...me gustas...¿me gustas mucho?

Como por naturaleza sentí que toda mi sangre se colocaba sobre mi rostro, la vergüenza por aquellos pensamientos me estaba afectando.

--yo...--me dí la vuelta y salí casi corriendo del lugar.

Controlate...es tu gato, no deberias querer besarlo ni sentirte tan atraído por él, ¿o tal vez sí?...

Entré a la cocina y empezé a preparar un sándwich.

No, no es tu gato, es un chico super lindo y atractivo, con ojos únicos y una sonrisa perfecta, ¡tienes todo el derecho a sentirte atraído por él!...

Cubrí mi rostro con ambas manos y solté un chillido ahogado.

Me gusta Soraru-san.

Mi rostro se calentó.

Soraru-san es terriblemente atractivo.

Chillé otra vez.

Soraru-san tiene una mirada penetrante.

Me perdí en el recuerdo de su dulce mirada tan profunda y azulina.

Soraru-san ya me besó antes.

Toqué ligeramente mis labios y una sonrisa se formó en mi rostro.

Quiero volver a besarlo.

--no...--negué y me quedé preparando mi perfecto sándwich.

Carne, carne, ¡carne!...

Como piraña junté el sándwich y quise darle un mordisco, pero me detuve al sentir la mirada de Soraru-san sobre mí.

Sus ojos azulinos me miraban fijos en su forma felina, ¿una cosa que amaba de él? Aquellos ojos azulinos con la pupila fina y larga, negra, tan hermosa e irreal.

No...¡no puedo sentirme tan atraído!

Sin poder contenerme ni mantener un contacto justo me dí la media vuelta y me fuí, queria hacerlo, porque no duraría mucho.

Me senté en silencio, mirando hacia la nada y Soraru-san en su forma felina se sentó encima de la mesa, mirándome fijamente.

Deja de mirarme, o...

Me quedé en silencio y le dí un mordisco a mi sándwich en movimientos precisos, no quería ni moverme mucho, su mirada estaba inundando mi cerebro.

Volví a desviar la mirada, colocandola sobre el costado de Soraru-san, justo en la mesa.

Emh...la mesa tiene...

Entrecerré los ojos un poco para buscar detalles sobre la mesa, debia ocupar mi pobre mente en algo que no sea mi hermoso gato Soraru-san.

Dueño ||Soramafu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora