~7~

113 16 3
                                    

~Extraño Sentimiento•~

Entre mis brazos tenía el cuerpo de mi tierno dueño, mi corazón latía rapido y el suyo igual, podia sentir sus latidos.

Es muy lindo...

No pude evitarlo y besé la parte trasera de su cabeza repetidas veces, quería llenarlo de besos.

--¡wa, Soraru-san!--soltó pequeñas risitas y sonreí en medio de aquello, sin darme cuenta de que se dió la vuelta.

Al abrir los ojos me dí cuenta de la cercania en nuestros rostros.

Besarlo...deseo besarlo.

Me puse un poco serio al centrarme solo en sus labios, los miré fijamente mientras notaba aquel sonrojo.

Mafumafu.

Su nombre es hermoso.

Mi dueño.

--M-mafu, mi dueño...--lo miré fijamente por un momento, su mirada estaba perdida debajo de aquel sonrojo.

Abrí mi boca para hablar, pero las palabras no salieron al sentir como sus labios tocaron los míos en un beso.

Mi corazón latió desesperado y correspondí su beso con mucho gusto.

Sabía que aceptaría, mi dueño.

Nuestros labios no se separaban, por otro lado en mi pecho se formaba un extraño sentimiento, uno tan hermoso que calideció mi cuerpo y por sobre las demas cosas; mi corazón.

Sentí algo que nunca sentí, por un segundo me sentí tan bien, tan especial y...

Mi dueño...¡no entiendo! ¿Que es este extraño sentimiento?

Nos separamos, mi corazón latía fuertemente y sentí mi mente perdida.

Es tan dulce...

Abrió la boca para decir algo, pero sin que él me diera permiso besé sus suaves mejillas en besos cortos, junto a su frente.

Empezó a reír, su rostro estaba rojo.

[ Mafumafu ]

¡Ayuda! Está comiendo mi rostro a besos y no puedo dejar de reir por tantos nervios...

Mi mente estaba en blanco, me sentía como nunca, feliz, animado, avergonzado y al mismo tiempo algo despreocupado por lo que podría llegar a pasar mas adelante.

Detente, debo dormir, ¡si sigues así no podré dormirme pensando en tí, tonto Soraru-san!...

--S-soraru-san...--lo detuve lentamente porque me costaba detenerme, yo queria seguir besandolo, pero lo correcto era detenerme y dormir como se debe, despues de todo mañana es un día más con obligaciones.

<·<•>·>

El sonido de la alarma me despertó al instante, pero en lugar de ser yo quien la apagara habia un felino jugando con la misma, contuve mi risa.

Con sus pequeñas patas felinas tocaba insistentemente la pantalla para así poder apagar el sonido, sin embargo no podía.

No me parecia divertido, me parecía tiernamente divertido, verlo hacer todo para apagar la alarma...

Se transformó en humano y empezó a sacurdir el celular en el aire.

--por favor, apágate, mi dueño tiene que descanzar...¡silencio!--tapó su boca con una sola mano y volvió a mirar el celular--dije; silencio--susurró.

Dueño ||Soramafu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora