~19~

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~•¿Y si te ama?•~

Al llegar al apartamento él me bajó de su espalda y abrí la puerta, ambos entramos en silencio.

Sentí mi corazon en completa paz, asi que me di la vuelta y miré a quien causaba esa paz hermosa; Soraru-san, y le sonreí con mi mas sincera sonrisa.

Soraru-san me sonrió también, amaba verlo sonreír.

Espera...

Sentí un golpe mental propio de mi mente.

¡Esa palabra no!

Por cada negación que yo mismo me daba podía sentir esa afirmación interna de mi pecho, la cuál... Estaba mal sentir.

Miré la hora en mi celular; 2:37am.

Soraru-san se puso a mi lado.

--vamos a dormir--dijo y tomó mi mano, llevándome al cuarto.

Volví a sonrojarme, odiaba hacerlo, pero era algo que no podía controlar.

Al entrar a la habitación no dijimos mucho, cada quien se recostó en "su lado", y lo digo de tal manera porque realmente no es que cada quien tenga su lado, sólo...

Como sea...

Soraru-san me miró, ambos nos estabamos mirando, teniamos una distancia prudente, armoniosa.

--buenas noches, mi dueño--sonrió y le devolví la sonrisa, estaba por decirle "buenas noches", pero mi mente me trajo otra vez el recuerdo del beso, entonces no le dije buenas noches...

--¿Soraru-san?...--antes de preguntar cualquier cosa siempre me gustaba escuchar que me estaba prestando atención.

--¿mmh? ¿Qué sucede?--se acomodó solo para escucharme, pero entonces lo que iba a preguntar se volvió a esconder en el fondo de mi garganta y de mi mente, justo detrás de la cobardía, delante de la duda y la inseguridad.

No puedo...

--n-nada...--miré abajo con mi cabeza recostada ya en la almohada y unos cuantos cabellos cayeron sobre mi cara.

Mejor así...

Entonces sus manos acomodaron los cabellos que tapaban mi rostro y me miró.

[ Soraru ]

Esos ojos carmesí me miraron con curiosidad, con duda y con un poco de vergüenza, sentí mi corazón latir algo fuerte.

--dime, ¿cual es tu pregunta?--le sonreí levemente, para que se animara y me dijera aquella pregunta que tanta intriga me produce.

--b-bueno...--cerró los ojos e infló sus mejillas, me sentí enternecido por aquella acción--¿m-me darías un...?--su mirada bajó a mi pecho, se veia tan avergonzado que me dió el triple de ternura que antes--...--

--¿"un"?--dije, impulsandolo a que me respondiera.

--u-un... ¡Beso!--sentí mis mejillas calientes.

¿Un beso?... ¡Un Beso!

--oh...--de la cintura lo atraje a mí con suavidad, pude ver como cerraba los ojos mientras su rostro se ponía rojo.

--...--presionó sus ojos con fuerza.

--oye... No hagas eso...--con suavidad acaricié su mejilla y abrió los ojos muy lento, como si tuviera miedo de que viera su alma con mis ojos.

Dueño ||Soramafu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora