~•Alerta•~
Al salir una suave brisa me hizo temblar, en ese momento Soraru-san me abrazó con suavidad, por un tiempo.
Mi...
--deberia haberse abrigado un poco más--dijo para luego separarse de mí y mirar al frente.
--as-sí estoy bien--le sonreí y con calma empezamos a caminar, me sentía muy feliz, nunca salimos a caminar con Soraru-san.
--que linda está la ciudad hoy--dije mirando al cielo, a la ciudad, caminando aún.
Él no dijo ni hizo nada, solo caminamos juntos por un largo rato hasta llegar a una plaza completamente solitaria, bueno, casi solitaria.
Habia unos chicos, no se veian muy buenos, antes de pasar por su lado, como a unos dos metros, me miraron de una forma que no pude describir.
Sentí una fuerte tensión por parte de Soraru-san, un aura tan extraña pero que me causó miedo y algo más.
¿Qué pasa?
Por un lado esa mala sensación y esa mala espina que causaban esos chicos, por el otro el aura tan extraña que tenía Soraru-san, pero todo se calmó en mí y se alertó al mismo tiempo cuando rapidamente Soraru-san rodeó mi cintura con su brazo y me atrajo a él.
Mi rostro se puso rojo y miré al suelo, pero antes observé por un segundo a los chicos, viendo como miraban para otro lado y esa mala sensación se borró de mi mente.
Por otro lado Soraru-san al pasar por su lado sentí como apretó mi cuerpo un poco más hacia él y aceleró el paso, en ese momento me sentí mas perdido que hace un segundo.
Escuché murmullo por detrás y me alerté un poco, pero me calmé recordando que Soraru-san estaba a mi lado, cuidandome.
Seguimos caminando y él aún no me soltaba, pero ya me sentía tranquilo y mi cuerpo se estaba acostumbrando a que me estuviera abrazando de lado por la cintura.
Pero sentí una duda, una gran duda; ¿qué habia pasado? ¿Qué era esa situación?
--¿Soraru-san?...--pregunté colocando mis manos sobre su brazo que aún me abrazaba, deteniendome y al mismo tiempo Soraru-san se detuvo.
--¿qué sucede?--estabamos al resguardo de un árbol, no hay luz mas que la de la luna, ya que las luces de esta parte de la plaza estaban rotas, como de costumbre nadie a quien le corresponde arreglarlas las arregló.
Por este hecho los ojos de Soraru-san parecian brillar, aunque estuviera en su tercera transformación sus pupilas aún tenian esa linea vertical felina muy escondida, y ahora las mismas se notaban mientras sus ojos brillaban levemente.
--¿qué pasó recién? Digo, esos chicos, ¿que pasó? No entendí...--me encogí de hombros y me soltó suavemente.
--no lo sé, algo me dijo que no eran buenos... Así que...--rascó su nuca y miró al suelo--sólo... No te miraron como... Bueno, en este tiempo con los humanos estuve decidido a observar sus comportamientos, y sobretodo la manera en la que miran, y la manera en la que te miraron no fué buena--
Me le quedé viendo un rato y luego comenzé a entender, pero no del todo.
--ah... Ya--sonreí y me senté, apoyandome en los pies del árbol.
--...--se sentó a mi lado y hubo un silencio muy agradable, creo que mas bien fué porque quería disfrutar de su presencia en silencio, solo para... No lo sé, se sintió bien, como algo que yo realmente necesitaba.
Lo miré, entonces él hizo lo mismo y miré al suelo, avergonzado, no sé mucho por qué, no estaba haciendo nada malo...
¿O si?
--a veces no sé que decirte...--sonrió levemente y me acerqué más a él, luego recosté mi cabeza sobre su hombro y suspiré.
--yo tampoco sé, es que aún sigo procesando que estés conmigo, y aún temo porque te vayas...--apreté mi ropa con mi mano al pensarlo, si llegara a irse otra vez yo... Tal vez no lo soportaría.
--descuida, ya no me volveré a ir--con suavidad me abrazó y se quedó en completo silencio, ambos lo hicimos, solo queríamos eso; un silencio reconfortante que hablaba más que nada.
Durante unos minutos estuvimos así, abrazados, sin saber lo que nos pasaba, o por lo menos yo no, se me hace dificil descifrarlo al cien por ciento, pero empiezo a creer que...
¡¡No!!
--Soraru-san--me separé del abrazo y lo miré.
--¿mmmh?--me contestó mirandome, no tan fijamente como la otra vez, supongo que recordó que me da... Verguenza que me mire así.
--¿qué hiciste estos dos años?--me gustaba preguntarle cosas, porque sus respuestas eran las mejores, y escucharlo hablar me gustaba mucho.
--bueno, yo...--se recostó sobre los pies del árbol y colocó sus brazos detrás de su cabeza, luego miró al cielo un rato y abrió la boca para contestar--luego de irme estuve un tiempo comiendo cosas que encontraba por ahí, ya sabes, como era un gato callejero... No era una opción volver a la tienda, no quería...--
Me acerqué a él y me recosté sobre su pecho, por alguna razon me encantaba escuchar su corazón latir, me daba algo extraño en el mío, pero al sentir que latió un poco mas rapido el mio se aceleró igual, como si nuestros corazones estuvieran corriendo una carrera.
--b-bueno después me escondí en lo mas oscuro y me volví híbrido, ya sabes, segunda transformación, queria caminar en dos piernas, por alguna razon me habia acostumbrado, pero eran tantas mis ganas de ser un humano completamente para poder tener una mejor vida que descubrí en un esfuerzo una tercera transformación; esta--
Me quedé en silencio.
--¿y después?--
--después...--se rió--conocí a mi amigo Sakata, ambos bucabamos trabajo, terminamos trabajando de manera ilegal en un lugar... Con el dinero me hice falsa identificacion jeje--suspiró, y esa era la unica manera después de todo... Los hibridos no tienen siquiera derechos aquí, mucho menos una identificación.
El mundo es tan cruel...
--con eso insistí para que Sakata viniera conmigo a un mejor trabajo, ya sabes, uno formal, y de ahí ambos entramos en ese café-restaurante, desde entonces trabajo ahi con Sakata y compartimos apartamento--en ese momento me entró una idea maravillosa.
--¿por qué no compartes conmigo?--me levanté, no sabía su respuesta, pero la idea me hacía feliz.
--eh...--él se acomodó, solo que ahora estaba sentado--no--sentí un golpe a esa emoción--yo ya comparto con Sakata y bueno, eso...--me hizo una mueca de "oye, lo siento pero no".
--vale, ¿así que prefieres compartir con él?--de la nada me entraron unas emociones que no recordaba, eran esos crueles, detestables y fastidiosos celos que me agarraron desprevenido.
--eh... No es...--
--no necesito que me expliques nada--me crucé de brazos, algo me decía que era mi momento de hacer un berrinche digno de mi, aunque ya deberia comportarme como adulto... Tal vez.
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Dueño ||Soramafu||
FanficMe llamo Soraru, tengo 21 años y vivo en... ¿Esto se puede llamar un hogar? Vivo en una jaula, junto a demás animales en una tienda común y corriente. Soy mitad humano y mitad gato, sí, es extraño pero no imposible, desde muy corta edad vivo en este...