~•¿Otra vez con esa duda?•~
Soraru-san estaba intentando entender la escena que estaba recien comenzando a armar.
--¿e-eh? ¿Qué pasa?--se levantó y se acercó.
--no, no, no--dije rápido--acercate así al tal Sakata--miré a otro lado y usé mi mejor tono ofendido.
--e-eh... Mafu...--a pesar de mi restricción él se acercó--¿qué sucede? ¿Te enojaste?--
--no, para nada, ¡ni un poco!--volví a usar mi mejor tono molesto.
--es que no podría decirle a Sakata "oye, voy a compartir apartamento con un amigo, asi que bueno, adiós"--
--¿y por qué no?--lo miré aun de brazos cruzados y una ceja semi-levantada.
--porque sería cruel de mi parte--ahh realmente quería que volvieramos a vivir juntos, no me alcanzaba con verlo solo a la noche, bueno, aunque dormíamos juntos, pero...
Supe que por ese lado no podría convencerlo, así que usé mi mejor arma hasta el momento.
--bien, entonces le diré a Ama-chan que viva conmigo--miré con detenimiento las expresiones de Soraru-san.
¡Ja! Un poco de lo que yo sentí.
--¿eh? ¡No!--su rostro sereno pasó a uno molesto.
O celoso~.
--¿por qué? Tú vives con Sakata--miré a otro lado mientras lo decía.
--no, porque no, y porque no--dijo frunciendo el ceño.
--¿no? Pff lo haré igual, es más, ahora mismo--saqué de mi bolsillo mi celular, bueno, intenté, porque no pude ser capaz de hacerlo completamente al sentir como Soraru-san tiró de mi manga y casi me hace caer sobre su pecho.
--¿¡eh!? ¡Déjame!--sostuvo mis muñecas y me acercó más a él.
--no--la respuesta fué corta, con firmeza, y su mirada ahora mismo estaba penetrando mi alma, me pregunto si solo su mirada es así de fuerte conmigo, siento que se me podria acabar el aire si me sigue mirando así.
--e-eh...--no es que me intimide, pero me pone en un modo... Que me deja en completa desventaja--¿por qué no?--
Ya habia dejado de tener mis brazos tensos, y él aflojó el agarre, aunque antes no era tan fuerte, no sé como él puede agarrarme sin hacerme doler.
--...--no dijo nada, me seguía mirando, mis piernas se sentían de gelatina y aunque quisiera solo podía ver sus ojos, parecian inundar mi mente por completo de aquel zafiro tan brillante.
--s-si no me dices lo haré--dije con mi ultima fuerza de voluntad, porque aunque me mirara de la forma que me mirara yo seguía teniendo mi terquedad extrema.
Suspiró.
--porque no quiero--su mirada parecia intensificarse y cada vez podía sentir mis piernas mas débiles, me causa un efecto tan extraño...
¿Qué me haces?
--¿n-no quieres? ¿Por qué?--
--... Porque puede robarte--¿robarme? Me confundió eso.
--¿robarme?--
--sí, robarte--
--¿pero de qué o qué o quien?--sus párpados se bajaron un poco y me miró diferente, pero eso me causó mas nerviosismo.
--shhh...--tomó mi barbilla y su mirada descendió a mis labios, todo en mí se paralizó y dejé de respirar.
S-s...
No podia pensar, no podia hablar, solo pude hacer la misma accion que él, solo que al mirar sus labios separé ligeramente los míos, mi mente me llevó a un delirio.
Sentí sus labios sobre los míos y otra vez pude sentir las yemas de mis dedos electrificarse, y aquel hormigueo en mi estomago que no se sentía mal.
Cerré mis ojos por la verguenza y me dejé llevar, otra vez estaba pasando lo mismo que siempre, nunca entiendo como llegamos a esto, y como una vez que empieza no puedo dejar de desear que el beso nunca termine, la manera en la que retumba mi pecho, como mi corazón se acelera...
No era capaz de abrir los ojos, mi cabeza era un revuelo de ideas, de dudas, de preguntas sin respuesta, pero en este momento lo unico que quiero es no separarme de este beso, porque lo que pasa luego es como una costumbre; ambos no hablamos del beso, no decimos nada...
Y por mi parte no es que entienda lo que me pasa...
No sé si le pasa lo mismo que a mí, pero me siento tan perdido... Y creo que esto tal vez sea...
¿Otra vez esa duda? No.
En el interior esa duda empezaba a volverse una sutil afirmacion que no era capaz de notar, pero solo necesité sentir que Soraru-san volvía a mover los labios para que esos pensamientos de menos de cinco segundos se borraran y volviera a aquella mágica sensacion que no sabía nombrar.
En el momento que nos separamos él solo me miró profundamente, sereno, en silencio.
Yo solo pude hacer lo mismo, después de cada beso con él mi mente se trababa, no sabía qué pensar, no sabía qué decir, no sabía como actuar, era un verdadero caos, mi mente se volvía un desastre.
Abrí mi boca y él colocó su dedo indice sobre mis labios. Volví a ponerme rojo como si fuera un tomate.
¿Por qué me haces esto?
--no diga nada...--se acercó a mi oido y miles de cosas pasaron por mi mente que me dejaron con las piernas más de gelatina aún.
--a-amh...--enserio me desmayaria.
--... Mi dueño...--lo dijo de una manera que me hizo poner mi frente en su hombro y soltar mi respiración por la nariz con fuerza, controlando un chillido que asustaría hasta a los perros.
Solo sentí una risa nerviosa por su parte, me separé de él y me dí la vuelta rápidamente, tapando mi rostro mientras me lo frotaba, tratando así que todo ese mar de emociones que se comían la orilla de mi cordura volviera a bajar y a quedar calmo.
¡Eres un tonto! ¿Por qué me haces eso?...
Sentí su cuerpo detrás de mí y me volteé levemente.
--debemos volver, ya es tarde y mañana también es dia de trabajo--dijo y no le contesté hasta un rato.
--creo que caminé t-tanto que mis piernas no me responden bien--me excusé mientras miraba a otro lado.
--oh, tengo una idea--
--¿e-enserio? ¿Cuál?--pregunté mientras lo miraba, ya me sentía mas calmado.
--mmmh--con una velocidad increible me subió sobre su espalda, pegué un chillido por la sorpresa de la acción.
--¿¡e-eh!?--empezó a caminar y me agarré de su cuello para no caer.
--no digas nada--fué su respuesta mientras me llevó sobre su espalda, en el camino hubo silencio, se sentía muy lindo...
Recosté mi mejilla en su espalda tan cálida y cerré los ojos, cada segundo con él me convencía más de que realmente lo habia extrañado.
¿Y qué más?... ¡No! Nada más... ¿No?
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Dueño ||Soramafu||
FanfictionMe llamo Soraru, tengo 21 años y vivo en... ¿Esto se puede llamar un hogar? Vivo en una jaula, junto a demás animales en una tienda común y corriente. Soy mitad humano y mitad gato, sí, es extraño pero no imposible, desde muy corta edad vivo en este...