Una joven casada sin amor con un terrible barón en un tiempo donde el divorcio no existía y el adulterio era un crimen, conoce a Simón Basset, un enigmático joven Duque que repudia el matrimonio y prefiere las cosas informales
Se encontrarán envuel...
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Greenwich
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Queridos lectores, está vez el cotilleo del día viene de lo más escandaloso, así que les sugiero que preparen sus abanicos para darse una buena refrescada de aire, cosa que quizá le hubiera servido a la señorita Marina Thompson quien resulta que nos a estado ocultando a toda la indulde sociedad su querido y desprevenido embarazo, y fuentes me confirman, que ha Sido así desde el primer día que piso nuestra ciudad
Revista de sociedad de Lady Whisteldown
Un escándalo había revuelto a toda la sociedad de Londres en un mar de horribles murmullos, escandalizando a todos los que hubieran leído y escuchado aquel cotilleo del día, que tal parece hubiera opacado a cualquier otro está temporada, incluso los rumores sobre Amelia y el duque habían Sido dejados completamente de lado y en su lugar y en boca de todos solo salían los nombres de Marina Thompson y Colin Bridgerton, aunque lamentablemente ya no de la manera tan agradable en la que lo habían echo los días anteriores, está vez parecían cuchillos filosos atravesando las puertas de los Featherington y taladrando los oídos de Portia y sus hijas
-afortunadamente gracias a Lady Whisteldown todos han olvidado el incidente de ayer- exclamo Eldys sacudiendo su abanico con fuerza sobre toda su cara mientras yacia sentada sobre el sofá del salón principal a un lado de su querido hijo Andrew, quien realmente no estaba prestando atención por tener las narices metidas en un libro sobre mitología griega
-afortunadamente tenemos eso a nuestra suerte- dijo Julien parado en el marco de la puerta mientras señalaba a la servidumbre dónde dejar los dos maletines un tanto desgastados color chocolate llenos de la ropa de su esposa
Amelia no decía nada, simplemente bajaba las escaleras escuchando lo que su suegra comentaba, con otro maletín mucho más pequeño en sus manos
-espero te sirva el aire fresco del campo- dijo su marido en cuanto la rubia se quedó parada a un lado de él
-¿No irás?- pregunto con enorme sorpresa su madre, con el ceño más amargo que pudo poner, era obvio que le repugnaba en enorme medida que su nuera anduviera sola, si fuera por ella ni si quiera la dejaría salir de la casa, por eso había gozado su cuarentena
-por supuesto que no, que tonterías dices- respondió rápidamente el hombre con tono asqueado, queriendo humillar el lugar de donde provenía su mujer -ya hablamos sobre esto madre- se llevó una mano a su sien con bastante furia
La mujer no tuvo otra opción más que quedarse completamente callada mientras intentaba hablar con Andrew, aunque este definitivamente tenía la nariz pegada a su libro, ignorando completamente la situación que se estaba llevando acabo frente él. Quizá ya estaba enfadado de su propia familia
