Una joven casada sin amor con un terrible barón en un tiempo donde el divorcio no existía y el adulterio era un crimen, conoce a Simón Basset, un enigmático joven Duque que repudia el matrimonio y prefiere las cosas informales
Se encontrarán envuel...
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Secret Revealed
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Eran las siete de la mañana en punto, los pajarillos habían comenzado a cantar apenas el sol se había levantado, todo alrededor era sumamente tranquilo, de hecho, demasiado, todas las mañanas a las afueras de Londres solían ser demasiado tranquilas, aquel camino empedrado y solitario era perfecto para que Julien se pudiera encontrar con el hombre que había contratado para espiar a su propia esposa, algo que absolutamente nadie sabía, ni si quiera su propia madre. Si de por sí la gente ya hablaba mal de él gracias a Amelia, o al menos eso era lo que pensaba él. No quería más chismorreos sobre su familia o su matrimonio si se llegaban a enterar que había contratado a alguien para espiar cada movimiento de la que consideraba estúpida esposa
Alguien toco tres veces la puerta del carruaje y Julien de inmediato la abrió para dejar pasar a un hombre con bigote muy tupido y algo canoso que procedió a sentarse frente a este mientras pasaba saliva, realmente no sabía cómo reaccionaria ante tal noticia
-¿Y bien?- pregunto Julien algo desesperado
-su esposa lo está engañando- respondió con cierto temor
-¿Con quién?- pregunto de inmediato, aunque más que enojado, curioso
-con el duque de Hastings-
No fue hasta que escuchó el nombre del moreno que su entrecejo se arrugo de una manera brusca, su ceño estaba completamente fruncido, enfurecido por completo, sus ojos destilaban irá y rabia. Su ira no se debía tanto a la infidelidad de su esposa, en parte si, pero era más que nada por el hecho de saber que un maldito duque la estaba cortejando, Julien se esperaba un insignificante campesino de su sucio hogar, sin embargo, la sangre le hervía en irá al saber que alguien tan poderoso y querido como su excelencia se había fijado en ella. ¿Cómo era posible que se fijará en ella? Era estúpida, no era lista, no tenía ningun talento en particular, su belleza no era espectacular, había visto cientos de chicas aún más bellas y refinadas que ella, siempre tenía que abrir su boca, nunca podía estar en silencio, y obedecer su órdenes, claro que tenía un cuerpo delgado pero no le servía si ni si quiera podía retener bebés. Para Julien, eso era una bofetada tremenda en su rostro
Esa mujer tan estúpidamente inferior a él, tan ridícula que no podía aparentar ser buena esposa ante la sociedad, no claro que no, la tonta con sus fantasias de querer ser amada
-¿Dónde se encuentran?- pregunto Julien
-paso hace dos días en la casa de sus padres- respondió el hombre un tanto preocupado por la expresión del sujeto -debe estar furioso-
-asi es- trago saliva -claro, no estaría tan furioso si se tratara de un simple campesino- gruño apretando su puño derecho contra el asiento de tela
