Prohibided {Bridgerton - Simón Basset}

capitulo 36

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Tea Time

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Parecía que Lady Danbury realmente quería que Amelia asistiera a la hora del té, tanto era así que mando uno de sus carruajes a qué recogiera a la rubia en su humilde casa y la llevará, así asegurando su asistencia

Amelia bajo del carruaje un tanto desconcertada, portando un vestido que usaría si aún estuviera en la alta sociedad pues sabía que quizá otras mujeres en su reunión podrían criticarla por la vestimenta muy de campo que solía llevar en casa de sus padres

Así al llegar a Londres cruzo la puerta de la enorme casa donde en el recibidor se encontró parada a Lady Danbury, quien la recibió con una agradable sonrisa

-me alegro de que pudieras asistir- dijo Agatha Danbury

-bueno, usted mando un carruaje especialmente por mi, muy temprano,
de echo-

-lamento que Greenwich quede relativamente lejos de Londres, si no iban muy temprano por ti, llegarías tarde a la hora del té- also su mano derecha señalando el camino hacia el salón principal

Amelia parecia ciertamente confundida, no entendía del todo porque lady Danbury la había invitado con tanta emoción

Ambas entraron al salón donde ya estaba servido el té en una mesita de madera color blanco muy acogedora con pastelillos arriba de ella, realmente era una decoración sencilla

-disculpe que me atreva a decirlo- tragó saliva la rubia -pero creí que por ya no vivir con los Relish ya no pertenecia a la alta sociedad y por lo tanto...

-no digas tonterías- exclamó la anciana -usted es una gran amiga, no importa que tú familia no sea de la alta sociedad-

Amelia intentaba averiguar aún así de que se trataba todo eso

-muy bien, ¿entonces a qué se debe la invitación repentina?- suspiro -si piensa que estoy siendo infeliz, se equivoca-

-lo sé, se perfectamente que no debes ser infeliz por tus padres solo por no tener los lujos de antes- dijo -supongo que más infeliz eras cuando vivías con los Relish-

Amelia solo asintió con la cabeza con algo de vergüenza

-te invite solo para hacerte una pregunta- dijo la anciana con bastante seriedad, más de la normal, más de la que normalmente expresaba en su rostro y eso asustaba ciertamente a la rubia -¿Estás enamorada del duque de Hastings?-

Amelia no entendió del todo aquella pregunta tan repentina, no entendía como la mujer podía preguntar eso tan derrepente y sin vergüenza, más bien, a la rubia era a la que le estaba dando vergüenza, sentía que sus mejillas querían ruborizarse en gran medida

-¿A qué viene eso?- pregunto tratando de evitar responder y tomando un sorbo de su té evadiendo completamente la mirada retadora de lady Danbury

-no escuché un no como respuesta-

-tampoco dije que si- miro al suelo de la habitación

-Amelia- soltó un suspiro -se que el duque de Hastings está enamorado de ti-

Los ojos de la rubia finalmente voltearon a ver a los de Danbury con un brillo especial en ellos, un brillo de emoción genuina que básicamente respondía la pregunta de la anciana

-¿Cómo su excelencia podría querer estar con una simple viuda sin un dote digno?- su voz se escuchaba genuinamente triste

-eso no importa- reclamo la mujer -ambos están enamorados y ahora sin el estorbo que tenías como marido finalmente pueden casarse-