16.

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Los ágiles dedos de Thomas fueron pasándose por los botones de su camisa, desabrochándolos a un buen ritmo, pero, para Benedict, todo ocurría en cámara lenta. Quizá estaba siendo poco profesional, no debía pensar de manera lujuriosa cuando estaba imponiendo su imagen de "doctor", era una vergüenza, pero no podía evitarlo, incluso era como si el de cabello ondulado lo estuviera tentando de una u otra forma, hipnotizándolo al punto de que no podía apartar la mirada.

Cuando la camisa queda completamente abierta y el médico logra espabilar, sus ojos se abren un poco más de lo normal. Cuando Thomas le advirtió sobre su reacción, no pensó que hablara tan en serio. Tragó grueso y movió un poco la prenda para tener mejor visibilidad de las manchas violáceas que yacían en la pálida piel del menor.

—"Le pedí que no se asustara."—A continuación, camina hasta el tocador y se inclina un poco para ver mejor, llevando sus manos a la gasa pegada a su piel.

La retira lentamente, haciendo una mueca de dolor en el proceso. No sabe cuánto estuvo rezando para que no le dejara una cicatriz, pero sabe que es casi imposible, si bien, no sería una muy escandalosa, definitivamente dejaría una marca.

—"Su hermano y usted..."

—"Si quiere saber algo al respecto, puede preguntarle a Edith."—Ríe al ver el desconcierto del hombre y hace un ademán para restarle importancia.—"Sé que no hay nada que hacer para acelerar la desaparición de los hematomas, pero supongo que usted debe tener algo más eficiente para la inflamación de los golpes."

No quiere dar muchos detalles, no si el castaño ya había deducido que estaba así a consecuencia de un altercado con su hermano, más que nada porque no era un tema que disfrutara tocar, le avergonzaba incluso decir que al fin la fachada de "hermanos perfectos" se les había caído, dejando expuesta la relación tan fragmentada y tóxica que tenían.

¿Quién lo diría? Justo en el momento donde todo parecía ir bien con la máquina de Christopher, donde tenían un buen ingreso para reparar su horrible casa..., después de esperar tanto tiempo, todo se había venido abajo en un abrir y cerrar de ojos. Claro que, para él, sólo existía una persona responsable...

Edith.

Esa mocosa que se pensaba más inteligente que él no tenía ni idea de el lugar en el que se había metido y personalmente se encargaría de hacérselo saber y que jamás, jamás, se le olvidara.

El pelinegro se sobresalta, saliendo de su ensimismamiento en el preciso instante que siente un par de dedos presionar uno de sus costados. Mira de mala manera al responsable, el cual ahora portaba unos guantes y se había inclinado un poco para revisar el área. A Benedict le preocupaba esencialmente el moretón que se esparcía por esa zona, incluso llega a pensar que está ante una fractura o fisura de la costilla.

—"¿Le duele respirar?"—Thomas niega.—"Voy a presionar nuevamente, va a doler."—Advierte y lleva a cabo la acción, el menor aprieta los puños con fuerza y muerde su labio inferior, rompiéndolo de nuevo gracias a lo sensible que se encontraban su piel todavía.—"Hm..., no hay nada de qué preocuparse, pero debe guardar reposo, evite hacer movimientos bruscos o mucha actividad física."

—"Me temo que eso será imposible, alguien debe encargarse de la limpieza de esta pocilga."—Habla despectivamente, tanto que el doctor se siente incómodo.

—"Comprendo, pero..., al menos por un par de días, permita que su cuerpo descanse."

El castaño se gira hacia su maletín y saca un frasco con una pomada extraña que, al abrirlo, despide un olor a fármaco que el más bajo no soporta, debe cubrir su nariz para evitar tener una arcada.

—"Con esto se adormecerán las zonas afectadas y disminuirá la inflamación, ¿quiere que yo se lo ponga?"

El menor asiente una sola vez y Benedict toma una cantidad considerable para comenzar a ponerla cuidadosamente sobre la piel magullada del otro. Claro que se siente mal por el hombre, no conocía las razones por las que terminó así y ni siquiera quería saberlas, no podía creer la salvajada que Christopher le había hecho, era incluso ridículo la manera en la que se ensañó con su pobre hermano.

Thomas tuvo que quitarse la camisa para que el contrario pudiera revisar su espalda, la puerta se abrió de golpe, dejando ver una cabellera rubia, ya no tan corta. Benedict ni siquiera se inmutó, continuó con su trabajo de poner la pomada en los golpes que se centraban principalmente en la espalda baja y el pelinegro sólo se mantuvo estático en su lugar, teniendo una potente guerra de miradas con el sujeto que ni siquiera sabía si ver al tipo que tocaba a su hermano o a este.

Antes de que pudiera decir nada, Christopher se acercó a Cumberbatch, empujándolo sin mucha delicadeza para que se alejara del mayor. Thomas, sin poder creerlo, se gira y se pone en medio de ambos hombres, frunciendo el ceño y mirando con tanta severidad al menor que da miedo.

—"¿Qué crees que estás haciendo, hm?"—Le empuja para alejarlo.—"Nadie te dio permiso de entrar, ¿no te enseñaron a tocar?"

—"¿Tú qué haces? ¿Y por qué estás dejando que ese desconocido te vea así?"

—"¿Disculpa?"—El rostro del pelinegro se deforma en una mueca de completo disgusto.—"¿Con qué cara te atreves a reclamarme algo? Está ayudándome a sanar lo que me malditamente hiciste, estúpido."

El más alto retrocede un poco por la manera en la que lo llama, estaba claro que no acostumbraba a recibir esos tratos, las veces en las que habían peleado a las pocas horas ya estaban como si nada. Quizá su mente aún estaba procesando lo que había sucedido ayer pues, incluso si era imposible, estaba intentando con todas sus fuerzas el no mirar el lastimado rostro y cuerpo de su hermano, le hacía sentir asco de sí mismo el recordar el cuerpo desvanecido entre sus brazos y lo gritos de los amigos del mayor exigiendo que lo soltara.

—"N-No es..."

—"Cállate."—Señala con su dedo índice.—"Lárgate, ni siquiera quiero verte."

—"Pero tenemos que hablar, Thomas, no podemos..."—La seca carcajada del de cabello ondulado lo interrumpe y lo hace encogerse en su lugar.

—"Escúchame bien, Christopher."—Toma a este del cuello de su camisa, acercándolo a sí.—"Yo no tengo nada de qué hablar contigo y no volveré a tenerlo nunca, así que desaparece de una buena vez y deja de hacerme perder el tiempo."

Aquellas palabras se clavan en el corazón y la mente del rubio, el cual aún estaba incrédulo de lo que ocurría. Intenta acercarse, pero Benedict lo detiene y es ahí cuando al fin cae en cuenta...

Ya habían terminado.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2022 ⏰

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Crimson Peak |Thorki/Hiddlesworth|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora