Crimson Peak |Thorki/Hiddlesworth|

2.

La fiesta concluyó para el menor de los hermanos de la peor manera posible.

Cuando Christopher vio a su hermano y a ese tipo coqueteando y luego irse, no pudo evitar estar intranquilo. Al cabo de una hora, cuando estos dejaron de estar en su campo de vista, una sensación de pánico se apoderó de sí y tuvo que excusarse con Edith para ir en busca de Thomas.

Sus nervios estaban de punta y sus puños inconscientemente se mantenían apretados, haciéndose daño en las palmas de las manos. Odiaba la idea de su hermano con alguien más, realmente lo hacía, pues el único que tenía el derecho de tocarlo, el único que podía verle siendo travieso y coqueto, era él y sólo él.

Nada mejoró cuando encontró a ambos hombres en uno de los rincones de la gran mansión del sujeto que en esos momentos sostenía la cintura de Thomas. Los mira desde lejos, manteniendo su mandíbula tensa y los dientes apretados entre sí, cualquiera pensaría que en cualquier momento lograría romperlos. Agradece infinitamente que su hermano no tardase demasiado en notar su presencia, pues antes de que los labios del doctor tocaran los suyos, se gira en dirección a donde Christopher se encontraba y le da esa mirada que le hacía temblar con esa sonrisa llena de cinismo.

El rubio-castaño se acerca a la pareja y aleja al doctor de su hermano sin mucha gentileza, causando una mueca de disgusto en el rostro del castaño.

-"¿Qué significa esto?"-Toma del brazo a Thomas y el doctor intenta excusarse. Christopher no lo permite. A simple vista, era un simple agarre, nada de que preocuparse, pero el pelinegro estaba siendo lastimado por su hermano, pues este le apretaba con fuerza y severidad.-" Esto es..., inaceptable."-Ambos se miran y Thomas puede ver aquellos zafiros que tanto amaba oscurecidos y apagados.-"Nos vamos, Thomas, ya."

-"Señor Sharpe, debería dejar esto pasar, es decir..."-Interrumpe Benedict, ganándose una mirada llena de odio por parte del Barón, el estúpido doctor no estaba en ninguna posición de pedir consideración alguna.

-"¿Acaso no tiene vergüenza?"

Los hombres se miran con intensidad y el ambiente se vuelve pesado, con aquella incómoda tensión que cualquiera podría percibir. Sin embargo, el quejido que sale de los labios del más bajo devuelve a Christopher a la realidad, este lo mira y niega en desaprobación.

-"Lo siento mucho, Benedict."-Suspira el mayor de los hermanos, rindiéndose.-"Pero tengo que acompañar a mi hermano, además, es algo tarde... Estoy seguro de que volveremos a coincidir en algún otro momento."-Le sonríe a medias y Christopher le suelta finalmente, pues la voz del más bajo comenzaba a entrecortarse, dándole a entender que realmente lo estaba lastimando.-"Espero que este incidente quede entre nosotros y..., lamento lo sucedido con tu hermana."

Dicho esto, los ingleses abandonan el lugar, caminando en silencio, ya ni siquiera preocupándose por aparentar el ser los "mejores" hermanos. Christopher se despide de Edith, diciendo que tenía que irse por alguna estúpida excusa que Thomas no se tomó el tiempo de escuchar, no le interesaba en lo más mínimo.

Su pequeño viaje es incómodo, tenso y completamente silencioso. Ambos estaban celosos y no tenían ningún problema en, indirectamente, hacérselo saber al otro. Con el ceño fruncido, músculos tensos y respiraciones agitadas, se miran con recelo.

Thomas estaba harto de que Christopher tuviera que casarse con mujeres que siempre intentarían robárselo y Christopher estaba cansado de la necesidad de su hermano por atención.

[...]

Llegan al hotel y bajan de su transporte, aún sin dirigirse la palabra. Thomas se adelanta y llega primero a la habitación. Se pasea por esta antes de que la puerta sea abierta y deje ver la gran figura de su hermano menor, no se abstiene de rodar los ojos y comenzar a buscar en su maleta la pijama que usaría, no estaba de humor para soportar al hombre que lo miraba fijamente desde el borde de su cama. Comienza a retirar su camisa, y cuando lo hace, una mueca aparece en su rostro al ver un hematoma comenzando a formarse en donde el menor le había tomado.

-"Thomas, yo..."

-"No quiero escucharte."-Interrumpe poniéndose rápidamente la playera del pijama, sintiendo recelo. Christopher lo había lastimado tanto ese día que no tenía tiempo para pensar en lo que él había hecho.

-"Thomas, cielo, realmente lo siento."-El rubio se levanta de la cama y camina hasta el pelinegro, el cual retrocede hasta topar en la pared.-"No pensé que pudiera llegar a..., hacerte esto..."

La mirada de cachorro que Christopher le da, derrite su corazón, pero no lo suficiente para hacerlo desistir.

-"No sólo es el hecho de lo que me hiciste físicamente."-Sus ojos inyectados de veneno se clavan sobre los zafiros del contrario.-"Es todo lo que hiciste hoy... Venimos por esa estúpida chica que no dudaría en darnos todo y tú escoges a otra, la invitas a bailar y nos dejas en mal frente a todos."-Definitivamente no podía con la vergüenza, inclusive se sentía mal por la chica, esa tal Eunice, no merecía tal humillación.-"¿Por qué la elegiste a ella?, ¿qué te hizo cambiar de opinión?"

-"No lo sé..., sólo..., creí que sería buena idea sabiendo quién es su padre y..."

-"Eres tan mal mentiroso, Christopher, me sorprende que puedas engatusar a todas esas zorras."-Ríe sin gracia.

Era tan fácil saber cuando Christopher mentía, al menos era fácil para él. Su titubeo, cómo divagaba y su incapacidad de concluir una idea, eran las más claras señales de que estaba mintiendo.

Le asusta indagar más al respecto, le asusta descubrir algo que no quiere y no puede evitar que un agrio sentimiento se aloje en su estómago junto a unas inmensas ganas de llorar. Jamás podría soportar el perder a su hermano. Sus ojos lagrimean por aquel pensamiento, pero ninguna gota de agua salada sale de sus ojos.

-"Thomas, no quiero que peleemos, menos ahora, ¿puedes dejar tus celos de lado por un momento?"-Evidentemente, evade el tema y eso sólo hace que el pelinegro se sienta peor.-"Ni siquiera te reclamaré por lo que hiciste, entiendo tus razones, sólo..."

-"Tu cama será la que está en la pared, yo quiero la que está a un lado de la ventana."-Interrumpe y Christopher traga grueso.

-"¿No dormiremos juntos?"-Pregunta, separándose finalmente del mayor; este niega y tras darle un empujón, se aleja.

Toma el pantalón de su pijama y camina hasta la cama que había mencionado, sólo termina de cambiarse en silencio, sintiendo la mirada incrédula del rubio quemándole la espalda.

Ellos nunca dormían separados.

Thomas siente como la situación se le escapa de las manos. Como Christopher se resbala entre sus dedos y sabe que tendrían que acelerar el proceso de todo. Esa tal Edith jamás conseguiría nada de su hermano y él se encargaría de eso.