«Why So Lonely»; Reiner Braun

34.

Con lentitud, se fue levantando de aquellos escombros. Dirigió su mirada, algo borrosa, hasta aquellos titanes que estaban peleando algo alejados de la muralla.

“— Vas a ayudar a los demás a evitar que se lleven a Eren, y si es necesario pelear contra el Titán Acorazado, ¡Vas a pelear contra él!, ¿Me escuchaste bien, mocosa?”

Las palabras del Capitán retumbaban por las paredes de su cabeza sin dejarla en paz, solamente recordando aquella expresión de decepción y de molestia que tenía Levi hacia ella y la expresión de tranquilidad de Hange, dándole a entender que, a pesar de todo, la seguirá apoyando.

— Perdóname... Reiner... No puedo ir contigo — utilizó su equipo de maniobras para subir hasta arriba de la muralla donde todos se encontraban ideando un plan para vencer al Titán Colosal.

Miró a las cajas donde tenían municiones, seguramente ahí se encontraba un arma que ella necesita. Corrió hasta allá, llamando la atención tanto del Titán como de sus compañeros.

— ¿Ava?, ¿Estás bien? — preguntaron Historia y Connie, que se escondían  detrás de esas cajas. La castaña abrió cada una de las cajas, encontró cartuchos de escopeta, así que los guardó en su pantalón. Siguió buscando, pero no encontraba un arma.

— Estoy bien, chicos — respondió a la pregunta de sus compañeros —. Estoy buscando un arma.

— ¿Pa-Para qué? — cuestionó nerviosa.

— ¿Qué te pasó en la cara?, ¿Reiner te hizo eso? — preguntó Connie, con algo de enojo. Ava suspiró, sabía que todos se iban a dar cuenta de ese golpe.

— Fue el Capitán Levi — respondió, sin dejar de buscar el arma.

— ¿Por qué lo hizo?

— Historia... Connie... Si salgo viva de esta misión, les contaré todo — en una última caja encontró el arma —. Aquí estabas — susurró para ella misma.

— ¡Ava! — exclamó Armin, Mikasa y Sasha corriendo hasta la muchacha — ¡¿Te encuentras bien?!

— ¿Es algo malo?, ¿Tiene que ver con Reiner y Berthotld? — preguntó esta vez Historia.

— Sólo les diré una cosa — comenzó a cargar el arma —, voy a pagar por mis errores, mis pecados, incluso también los de Berthotld y Reiner. Soy capaz de sufrir las consecuencias que ellos lleguen a cometer con sus acciones.

— ¿De qué estás hablando? — preguntó Sasha nerviosa — ¿A dónde vas?

— Los quiero, chicos — dijo, para salir volando por los aires y columpiarse en los árboles hasta llegar a ese pelea.

— ¡Ava, espera! — gritó Hange preocupada por su hermana. Se iba a lanzar por ella pero Moblit sujetó a la castaña de sus brazos — ¡Moblit, debo ir...!

— ¡Líder Hange, Ava sabe lo que hace. Déjela! — dijo firme y confiado, también rogando para sus adentros de que la hermana de su líder no salga herida.

No dejaba de recordar las palabras del capitán, mucho menos, el beso que le regaló. ¿En qué estaba pensando para hacer eso?
Mientras se columpiaba hasta llegar a la pelea que tenían Eren y Reiner, el remordimiento no tardó en apoderarse de ella.
Rodó en el suelo, quedando a una distancia adecuada detrás de Reiner. Comenzó a cargar su arma, una vez lista, disparó a las rodillas del titán, haciéndole algo de daño.

— ¡Eren, trata de atacar las rodillas! — gritó Ava al castaño que estaba recobrando el conocimiento después del golpe que le dio el rubio — ¡Endurece tus manos para atacarlo! ¡Tú ya sabes cómo!