11.

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Problemas.

Graves problemas.

Esa palabra retumbaba en las paredes de las cabezas de Annie, Berthotld y Reiner.
Todo por lo que habían trabajado, se iba a venir abajo.

Mientras ellos estaban en estrés (aún sin demostrarlo), Ava mantenían su ataraxia.

— Experiencia personal — respondió —. Hace 5 años, cuando el Cuerpo de Exploración iba a su misión, yo salí a escondidas porque tenía curiosidad de saber qué había fuera de las murallas.

Comenzaron a controlar sus nervios, ella no sería capaz de hacer algo tan descabellado como descubrir sus identidades.

— Comencé a deambular sin camino de regreso hasta que llegué a una pequeña choza. Ahí se encontraba un mejor amigo de mi padre, él era joyero. Él era un soldado perteneciente al Cuerpo de Exploración. Era noche cuando veníamos de camino a las murallas, así que, llegamos a la conclusión de que los titanes no podían avanzar de noche.

— Es algo que también dedujo un soldado del Cuerpo de Exploración. Es curioso que ambos hayan llegado a la misma conclusión — comentó Shadis. Permaneció algunos segundos en silencio, meditando la situación hasta que las campanadas sonaron dando por terminada la clase —. Bien. Soldado Kirschtein, su plan es bastante arriesgado como para ponerse a prueba. Así que le recomiendo que, antes de hablar y tener la intención de sobresalir ante los demás, analice mejor sus palabras y si sabe que son una tontería, evítese la molestia de decirlas. Se pueden retirar. La clase terminó.

Salió del salón, detrás de él iban demás soldados. Jean se quedó muy pensativo respecto a las palabras de su instructor.

— Te dijo idiota — comentó Ava, volviéndose a sentar. Por otro lado, el castaño la miró seriamente — ¿Qué?

— ¡¿Por qué me pegaste?!

— Las mentiras no son buenas, Jean — miró a Mikasa, estaba de espaldas —. Si hubieses dicho la verdad, podrías haber tenido una oportunidad con ella — susurró. Por última vez, Jean miró a Mikasa para después sentarse de nuevo.

— No lo sé. Ella es bastante cercana a Eren y... Creo que a ella le gusta.

— Sí... — detrás de Jean, vio a Reiner platicar con Christa, pero, lo que más le decepcionó incluso, le hizo daño, fue haber visto que le regalaba una flor.

Pudo sentir una presión en su pecho, casi, dejándola sin aire, todo su cuerpo comenzó a temblar, estaba pálida y las lágrimas amenazaban con salir cuando vio que aquel rubio alborotó los cabellos de la pequeña rubia así como lo hacia con ella.

— Oye, ¿Te encuentras bien? Parece que acabas de ver a un muerto — dijo Jean. Nunca en su vida sintió tanto dolor como en ese momento. Sólo quería esconderse en las sábanas de su cama y no levantarse. Miró a Jean, este vio que sus ojos estaban cubiertos por una capa cristalina, obligándolo a dirigir su mirada hacia donde ella estaba observando —. Ese idiota... — nuevamente miró a Ava, sólo tenía la mirada baja — ¿Te parece si cenamos juntos?

— ¿Huh? — lo miró. Podía entenderla, le pasaba lo mismo cuando veía a Mikasa muy junta a Eren. Tomó su mano para reconfortarla.

— ¿Sí?

— Ah... Yo... — suspiró — Sí... Sí, está bien.

— Excelente. Entonces te esperaré en el comedor. Sasha y Connie estarán ahí, ¿No hay...? — negó.

— No hay problema, Jean. Sasha y yo somos buenas amigas — él asintió sonriendo.

— Bien. Vamos — asintió. Ambos se pusieron de pie y salieron del salón, siendo objetivo de la mirada de Reiner que, por unos segundos, ignoró la presencia de Christa al igual que sus palabras cuando vio a Ava reír por la acción que hizo Jean al momento de salir, le ofreció pasar primero por la puerta de una forma chistosa, por lo cual, ella no evitó reír.

«Why So Lonely»; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora