18.

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El capitán se puso de pie, se dio cuenta de que no era tan alto como ella creía. Seguramente porque era una niña. Ava es alta, igual de alta que Mikasa, Levi parecía ser menor que ella por algunos 10 centímetros, aún así, era capaz de ponerla en una situación que era extraña para ella.

— ¿Cómo te llamas? No te lo pregunté hace años.

— Ava... Ava Zoe — respondió.

— ¿Zoe? — preguntó una mujer detrás de ella. Ava, al darse vuelta con la intención de mirarla, sintió un hueco en su corazón — ¡Qué curioso! Yo también me apellido Zoe — estiró su mano para darle un saludo con ella — Hange Zoe. Soy Líder de escuadrón.

— Ava — estrechó su mano. Ese calor en su mano lo conocía, pero creía que sólo era coincidencia. La soltó lentamente.

— Ava — llamó Levi. Escuchar la voz del hombre mencionar su nombre con tanta firmeza combinada con elegancia y calma, le provocó un escalofrío desde sus talones que fue subiendo por su columna vertebral y terminar en su cerebro donde sintió una sensación agradable en él —. Veo que te has convertido en un cadete.

— Esto se lo debo a usted — dijo, alegre, haciéndolo evidente con una sonrisa. Levi inclinó ligeramente la cabeza hacia la izquierda —. Sus palabras me motivaron a seguir adelante. Sin usted, yo estaría perdida.

— Ella hubiera quedado entre los 10 mejores del escuadrón 104 — comentó Eren —, pero la elogiaron por su habilidad en las armas de fuego y su intelecto, dándole el nombramiento de "Experta en armas"

— Ya veo — Levi asintió.

— Hubiera sido mejor "Dama de hierro", ¿Cómo ves? — preguntó Hange, tomando sus hombros. Reemplazó su mirada de confusión por una de alegría — ¡Te gustó!

— ¡Me gustó! — exclamó sonriendo.

— Cadete Zoe — llamó firme el comandante. Ava lo miró —, estaremos en contacto. Puede retirarse — comentó. Ava asintió firme.

— Gracias. Con su permiso — Levi amablemente abrió la puerta para que ella saliera, antes de irse, miró por última vez a Eren que le sonreía, a Levi con esa misma mirada de hace años y a Hange que le sonreía.

Miraba sus pasos sin prestar atención al frente. Su cabeza estaba sumergida en el mirar de Levi y la manera en la que mencionaba su nombre, seguramente cuando era una niña no se dio cuenta de esos aspectos hasta que comenzó a crecer, ¿Cómo era posible que el capitán Levi le incrementara el pulso cardíaco? Tal vez, era por esa admiración que ha tenido hacia él y tenerlo enfrente le ponía nerviosa.

Se detuvo al lado de su amigo cuando reconoció la voz de Annie, eso la obligó a salir de su trance. Esperaban una respuesta de su parte pero simplemente no llegaba.

— ¿Estás bien? — preguntó Berthotld. Parpadeó un par de veces hasta que alzó la cabeza para verlo a la cara.

— Mejor que nunca — respondió sonriendo —. Hablé con el capitán Levi.

Annie miró de reojo a Reiner, la sangre le hervía completamente por esa respuesta.

— ¿Y de qué hablaron? Vienes muy contenta — comentó Annie, curiosa. Pero sólo lo hacia con la intención de provocar a Reiner.

— Eso no importa — respondió con alegría —. Sus ojos me miraron como hace 5 años, transmitiendome calma; su voz era tan... ¡Ah, Dios! — tomó a Berthotld de los brazos, su amigo rió por eso — ¿Cómo es posible que un hombre de 30 años me haya provocado tal cosa?

— Porque tienes sentimientos, Ava — respondió Berthotld —. Sólo por eso.

— Ava.

— Capitán — se separó de su compañero para ver al hombre acercarse. Le tendió una hoja, la cual ella, la tomó.

«Why So Lonely»; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora