9.

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Respiró hondo.

Sólo eso pudo hacer antes de darse vuelta y verlo a la cara.

— Vamos a cenar — dijo Ava, con intenciones de que él se aleje de ella.

— Ava.

— Reiner.

— ¿Anoche dije algo que te hizo sentir mal? — su semblante se ablandó cuando escuchó eso.

— No, Reiner. En serio, todo está bien — asintió —. No le sigas dando vueltas al asunto, terminarás en malas conclusiones.

— Sí, sí tienes razón. Lo siento.

— Oye, últimamente te noto muy extraño — comentó, Reiner bajó la cabeza.

— Como te dije ayer, probablemente sea estrés.

— Sí, es lo más seguro. Anda, vamos.

Terminó de manera rápida y concisa la conversación porque no quería escuchar nuevamente el término "Amiga".

Terminando la cena, todos salieron del comedor para darle espacio a las chicas de poder cumplir con su castigo.
A diferencia de Ava, Sasha limpiará el comedor una semana más.
En cuestión de minutos es que se llevaron bien y compartieron gustos, ideas o alguna que otra información sobre ellas. Fue un momento muy agradable hasta que terminaron la limpieza y decidieron irse a dormir.

— Vaya, ya están dormidos todos — dijo Sasha en voz baja.

— Aparentemente sí — respondió Ava —. Creo que nos tendremos que acostumbrar a esto.

— Sí. Todo eso nos pasa por desobedecer — ambas rieron bajo.

En el otro lado de la ventana, un chico no le despegaba la vista a la castaña de cabello corto que se dirigía a su dormitorio para poder descansar.
Recibió una almohada en su cabeza, ocasionando que dirigiera su mirada hacia el responsable.

— Te gusta Ava, ¿Cierto? — preguntó. Reiner negó sonriendo.

— No, Jean. Ava es una amiga de la infancia — respondió — ¿Tienes interés en ella?

— ¡Claro que no! Pero a Eren parece interesarle.

— ¡¿Qué dijiste, mentiroso?! — exclamó el chico lanzandole una almohada en la cara.

— ¡Oye, idiota! — dijo molesto, para después lanzarle otra almohada.

— ¿Escuchas eso? — preguntó Sasha, algo tímida. Detuvieron su paso para prestar total atención y conocer el origen de esos ruidos — ¿Y si es un titán? O peor aún, ¿Un oso?

— ¿En serio hay algo peor que un titán? — preguntó un tanto sarcástica. Miraron hacia el dormitorio de los hombres. Por las ventanas, veían cómo las almohadas salían volando de un lado a otro.

— ¿Será bueno ir a revisar?

— Ehmm... No lo sé. Nos castigarán de nuevo si vamos pero también nos castigarán si no hicimos algo.

— Pues que nos castiguen por haber intervenido en su pelea, ¡Ven! — dijo animada, tomando a Ava de su muñeca para irse corriendo hasta ese cuarto.

— ¡Déjame, cabeza hueca! — se quejó el de ojos verdes, ya que Jean no lo dejaba de jalonear. Connie estaba riendo al igual que los demás chicos, Armin estaba preocupado y con el pendiente de que llegara un superior a regañarlos.

Sasha abrió la puerta de golpe, todos se sorprendieron al verlas a ellas, pero también sintieron alivio. No querían recibir un regaño.
Eren le dio un fuerte empujón a Jean haciendo que chocara contra Ava y cayendo los dos al suelo.

«Why So Lonely»; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora