22.

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— Entonces Reiner y tú sin novios, ¿Verdad? — preguntó, curioso.

— Jean, no molestes — respondió ella a la defensiva.

— ¿Qué? Es sólo una pregunta cualquiera.

— Bueno... — intervino Sasha, ese comentario fue responsable de que Jean, Connie, Mikasa, Eren y Armin la miraran — Reiner... No es como que le haga mucho caso...

— Sasha, sé más sensible con tus palabras — regañó Mikasa, la castaña de coleta se encogió de hombros. La otra castaña de pelo corto, bajó la cabeza.

— Qué tonto — dijo Eren, miró a Ava con una sonrisa —. Te ayudaremos.

— ¿Eh? — preguntó, confundida alzó la cabeza para ver al de ojos verdes.

— Haremos una cena. Cenarán juntos y le confesarás tus sentimientos.

— Eren, yo...

— ¡Eso sería una buena idea! — interrumpió Connie con alegría y emoción.

— ¡Vamos preparando todo! — exclamó Jean animado también — ¡Ustedes, chicas, pueden darle una nueva imagen a Ava! — los chicos se dieron vuelta para ir y preparar todo.

Nueva imagen. Nueva. Es lo único que pensaba y lo único que resonaba en su cabeza cada vez que Mikasa le pasaba el cepillo por el cabello. Su fleco lo dividió en dos partes a la mitad, desde la mitad de su cabello lo sujeto en una media coleta alta. Por otro lado, Sasha buscaba algo de ropa.

— ¿Soy fea? — preguntó, pensando en voz alta. Mikasa dejó de cepillar, Sasha dejó de husmear en el armario.

— ¿Qué dijiste? — cuestionó con algo de enojo Mikasa.

— Ah... Yo preguntaba porque... Jean mencionó algo acerca de una nueva imagen... Así que...

— Ava, tú eres preciosa veas por donde te veas — respondió Sasha. Mikasa le dio un ligero apretón en sus hombros.

— Seguramente Jean lo dijo como una simple expresión. No con la intención de ofender — la de coleta volvió a buscar en el armario.

— Mikasa tiene razón. Jean sabe lo linda que eres, te tiene respeto y admiración. Mira — sacó una camisa de manga larga holgada de color blanco, en las orillas tenía encaje —. El blanco y el negro son colores que te quedan muy bien. Esta camisa te quedará, sin duda alguna, excelente.

— Y el peinado que te acabo de hacer — le presionó las mejillas con sus dedos pulgares e índices —, te verás más linda de lo que ya eres — suspiró profundo.

Una camisa holgada blanca fajada con un pantalón negro ligeramente ajustado y con tiro alto,lo sujetó con un cinturón negro y en conjunto con unos botines negros. Era lo que llevaba como vestimenta. Se dirigieron al comedor, casi estaba anocheciendo y era momento de que los chicos fueran por Reiner. El rubio no lo sabía, sólo ese pequeño grupo estaba enterado.

— Creo que olvidé algo — dijo Ava, llevando sus manos a cuello —. Es cierto, sí lo olvidé.

— ¿Qué cosa? — preguntaron Mikasa y Sasha, deteniendo su paso.

— Es un collar de mi madre — contestó —. Creí que me la había puesto, por eso sentí que algo me hacia falta.

— ¿Gustas que vayamos por ella?

— Yo voy, no se preocupen. Ustedes vayan a reunirse con los demás, no tardo.

— Está bien — las tres asistieron con sus cabezas y se dirigieron a sus respectivos lugares. Mikasa y Sasha al comedor, Ava a su dormitorio.

«Why So Lonely»; Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora