Scars › 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐦𝐢𝐧 / 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠

quatorze

Todo había pasado muy rápido. 

De un momento a otro, Seungmin no podía ver nada, y sentía su cuerpo ser apresado. 

Un terror indescriptible le embargó, recorriendo un escalofrío su espina dorsal. Al menos, hasta que escuchó esa voz.

—Seungmin... —murmuró el más alto. 

Y entonces el joven doncel cayó en cuenta de que lo que cegaba su vista no era otra cosa que la oscura ropa de su esposo; y que era este mismo quien rodeaba su cuerpo.

Aun así, fue bastante difícil procesar que Christopher lo estaba abrazando. 

— ¿Duque? —superando el miedo inicial, Minnie ahora se encontraba estupefacto. 

¿Realmente su esposo estaba frente a él? ¿Después de tanto tiempo?

¿No era otro de los sueños que, cada cierto tiempo tenía?

Sentir cómo el mayor se aferraba más a él, ocultando su rostro en su cuello, le hizo caer en cuenta de que sí, eso era real. 

 Christopher Christark estaba de vuelta en la Mansión de la Capital, luego de más de un mes de dejarlo desatendido como cónyuge. 

Bastante confundido por el abrazo, Seungmin no alcanzó a corresponder cuando Chris ya lo había tomado por los hombros, inspeccionando su imagen. 

— ¿Estás bien? ¿Changbin no te hizo nada? —la preocupación era palpable en su tono de voz.

Casi en automático, Seungmin negó, apreciando gracias a la luz de la chimenea, cómo los ojitos de su esposo se movían inquietos.

Pero era lo único que podía ver, la máscara seguía ahí. 

—Estoy bien, Duque —Seungmin no había pasado por alto que Christopher hablara informalmente sobre el Futuro Consorte Real— Lord Seortell llegó hoy mismo, de hecho...

—Lo sé. 

Ah. ¿Por eso Christopher había vuelto?

Seungmin apretó sus labios, sintiéndose ligeramente mal ante el pensamiento que, después de todo ese tiempo, su esposo había vuelto gracias a otro doncel. 

—En caso de que quiera verlo, está en el ala de invitados, puedo guiarlo hasta allá... —murmuró Seungmin, muy a su pesar. 

Pero no hubo respuesta. 

Simplemente, se quedaron mirando por un par de segundos en los cuales Seungmin se dio cuenta que nunca odió tanto un objeto como la máscara que lo separaba de su esposo.

No podía saber lo que pensaba, no sólo porque no se conocieran realmente, sino porque ni siquiera era capaz de ver la expresión que el otro hacía. 

Y eso lo ponía ansioso.

— ¿Por qué querría ver a Changbin? —desvió Chris los pensamientos del menor aún sin saberlo. 

Sus grandes manos se deslizaron por los brazos de Seungmin en forma de una caricia inesperada, sólo para terminar acomodándose de nuevo como antes; en un abrazo.

La diferencia fue que, en esta ocasión, Minnie lo abrazó de vuelta. 

—Pensé que había vuelto por él, Duque —murmuró, sorprendiéndose al disfrutar de aquel contacto.

La diferencia de altura entre ambos parecía hacerlos combinar a la perfección, como si sus brazos estuvieran hechos para recibir al otro. 

Chris no pudo evitar reír por lo bajo, negando y apresando de manera más posesiva la cintura de su esposo.