Scars › 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐦𝐢𝐧 / 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠

douze

Seungmin no podía salir de su asombro.

Si cualquiera se le acercara y le dijera que el joven frente a él era un doncel, lo pensaría dos veces antes de creerle; pero era cierto, era el mismísimo prometido del Príncipe Heredero...

Entonces, si era un doncel tal como él, ¿Cómo podía mantener una figura tan...?

—Es un honor recibirlo, Su Alteza. Seungmin Christark a su servicio —hizo una corta reverencia, con su suave voz haciéndose presente.

Pero lejos de lo masculino de su figura, y lo oscuro de su sobrio traje, de los labios de aquel joven salió un chillido. 

— ¡Waaah! ¿Es este el amado de Chris? 

Jisung inevitablemente se tensó ante esa palabra.

Seungmin le restó importancia. 

— ¡Es tan lindo! —se acercó a tomar las manos del otro, dejando bastante lejos cualquier formalidad. Ante la expresión sorprendida del menor, retrocedió un paso —Ups, lo siento. Es que en serio, eres muy lindo. 

—... ¿Gracias? —¿Cómo debía sentirse respecto a que otro doncel le dijera lindo...? No, que otra persona, un desconocido... 

Las orejas de Seungmin se colorearon, apretando sus labios para reprimir una sonrisa por el cumplido. 

— ¡Cierto! Debes saberlo pero, Changbin Seortell, del Ducado Seortell, a tus servicios —se inclinó bastante tarde, abriéndose paso al interior de la mansión— Jinnie me dijo que les había avisado que vendría, ¿no es así? 

"¿Jinnie...? ¡Ah! ¿El Príncipe Heredero?" se cuestionó Seungmin a sí mismo.

—En efecto, Su Alteza —respondió Hanratheon en lugar del señor de la casa. 

Grave error, entró al radar de Changbin. 

— ¡Jisuuung! Tanto tiempo —se acercó con una sonrisa, negando— sigues igual de estirado que siempre, ¿no?

El Marqués sentía que en cualquier momento tendría un tic en el ojo. 

—Y usted sigue igual de enérgico, ¿no es así? —se las arregló para sonreír. 

Era conocido en la alta sociedad que Changbin Seortell, también llamado el Futuro Consorte Real, era más bien un torbellino; decía lo que quería, hacía lo que se le pintara, y boom, desaparecía sin hacerse cargo de nada más. 

No obstante, e independiente de sus excentricidades al ser un doncel que no vestía de colores vivaces ni mantenía una figura delicada, es bastante sabido que el Príncipe Heredero ama a su prometido. 

En otras palabras, el ducado Christark estaba jodido si se las arreglaban para molestarlo... O así sería, de no ser por la estrecha relación entre los jóvenes con más poder en la alta sociedad. 

Hyunjin Targarhyun, Changbin Seortell y Christopher Christark eran compañeros de juego de pequeños, y así mismo, crecieron para ser grandes amigos. 

Pero eso era algo que la alta sociedad no sabía, y por consiguiente, Seungmin tampoco.

—Su Alteza, hemos preparado el salón de té para que pueda descansar del viaje —comentó Seungmin con suavidad, queriendo desviar la atención de Jisung. 

Lo logró, teniendo rápidamente al doncel de negro a su lado.

— ¿De verdad? ¡Muchas gracias! Vamos, vamos, el viaje me dio hambre.