Los minutos se hicieron horas, las horas días, y antes de que Seungmin pudiera darse cuenta ya estaba terminando de ser arreglado por Eric, el asistente que Felix había dejado a cargo pues él mismo tenía que arreglarse también para la ocasión.
Las doncellas habían hecho un espléndido trabajo maquillándolo, aunque el doncel se dio cuenta de una diferencia al estar frente al espejo. Antes, los tintes buscaban dar vida a su paliducho rostro, pero ahora sus labios rosados y humectados sólo llevaban brillo por encima. La cantidad de maquillaje había bajado, y no sólo eso, se había reubicado en distintas zonas para resaltar sus propias facciones, esas que había olvidado que le daban vida.
Mirando su reflejo, con el traje de color crema y detalles azules ya puesto, Seungmin se permitió sentirse bonito.
No se trataba de la belleza "delicada y etérea" que su padre siempre le repetía que debía tener, era... Su belleza natural. Ignorando el lujo de las ropas que le cubrían, si Minnie se enfocaba en sus propios ojos en aquel espejo, podía verse.
Después de años, Seungmin podía reflejarse.
— ¿Pasa algo, mi Señor? —preguntó Eric ante la repentina inactividad del castaño.
Saliendo de su trance, Seungmin negó, incapaz de disimular la sonrisa que se acentuaba en sus labios.
—No pasa nada, Eric. Muchas gracias por todo, me aseguraré de decirle a Felix que fuiste de mucha ayuda.
Todos lo notaron, todos menos Seungmin.
Jeongin, Beomgyu, Eric y las doncellas, quedaron enmudecidos por la imagen del Señor en ese momento. Con esa voz tan suave pero decidida, sumando las expresiones de su rostro, Seungmin Christark se veía majestuoso.
¿Era el resultado de las clases intensivas del Marqués Hanratheon? ¿Quizás la evidencia del tiempo que llevaba fuera de las garras del Conde Minnister? Nadie sabía, pero no se atrevieron a comentarlo.
—Mi Señor, ya es hora de ir al carruaje —dijo Jeongin, en una reverencia que sorprendió a Seungmin.
Pero a aquella reverencia se sumaron los demás, y entonces sí que el castaño no supo que hacer.
—Oh, vamos, levanten sus cabezas, ¿Po-por qué-? —lleno de nerviosismo, trastabilló en sus palabras. La respuesta de los demás, fue verlo con una sonrisa. Y entonces sus suaves mejillas se tintaron del rojo de su sangre—, está bien, vamos allá.
Aún con ese extraño precedente, Seungmin no se echó para atrás, despidiéndose de Eric y caminando hasta la puerta con sus donceles.
Se sentía extraño salir sin la despedida de Jisung en la puerta, pero por esa vez podía entenderlo. El Marqués muy probablemente estaba en su propia Mansión, si es que no ya en el carruaje para pasar a buscar a Felix.
Sólo pensar en esa entrañable pareja lograba que la emoción recorriera por sus venas, casi haciéndole olvidar lo que tenía que enfrentar. Casi.
No obstante, la presencia de Christopher era tan grande que aún sin abrir la puerta, sabía que estaba al otro lado esperándolo.
¿Cómo debía enfrentarlo? Seguían sin tener una conversación apropiada desde que se supo de su existencia como el Señor del Ducado en la alta sociedad.
Incluso había hablado más con Changbin a través de cartas que con su esposo.
¿Estaría bien?
Quiso creer que sí, en el momento en que las puertas se abrieron y dio un salto de fe.
ESTÁS LEYENDO
Scars › 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐦𝐢𝐧 / 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠
Fanfiction❛ Reducido a vivir como una sombra, como una existencia indeseada, ¿Existirá el lugar al que pueda llamar "hogar"? › donde Seungmin contrae matrimonio con el temible Duque del gélido Norte, cortesía de la codicia de su propio Padre. inf﹗ › ...
