³Alicia y el Prisionero de Azkaban [LRYEA: ✔︎]

3¬A SCARY TRAVEL TO HOGWARTS

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↻Un viaje aterrador a Hogwarts

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━━━━━━━TARDARON CASI DIEZ MINUTOS EN ENCONTRAR A SCABBERS, que se había refugiado bajo una papelera, en la puerta de la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch. Ron volvió a guardarse la rata, que estaba temblando. Se estiró y se rascó la cabeza—¿Qué ha sido eso?

—O un gato muy grande o un tigre muy pequeño —respondió Harry, Alicia rodó los ojos.

—¿Dónde está Hermione?

—Supongo que comprando la lechuza —respondió la rubia—, y la próxima vez me quedo con ella, paso de ponerme a buscar tu rata, Ronald.

—¡Se llama Scabbers! —le sacó la lengua.

Volvieron por la calle abarrotada de gente hasta la tienda de animales mágicos. Llegaron cuando salía Hermione, pero no llevaba ninguna lechuza: llevaba firmemente sujeto el enorme gato de color canela.

—¿Has comprado ese monstruo? —preguntó Ron pasmado. Alicia no pudo aguantar una carcajada.

—Es precioso, ¿verdad? —preguntó Hermione, rebosante de alegría. Al verla tan feliz, Alicia asintió y se acercó a ella para acariciar al gato.

Parecía desconfiado y miraba a Ron y a Harry con los ojos entrecerrados, como si fuese a atacar, pero cuando Alicia lo acarició con suavidad, ronroneó— ¡Es súpersuave!

—¡Hermione, ese ser casi me deja sin pelo!

—No le culpo —dijo Alicia, con falsa seriedad. Ron le miró mal.

—No lo hizo a propósito, ¿verdad, Crookshanks? —dijo Hermione.

—¿Y qué pasa con Scabbers? —preguntó Ron, señalando el bolsillo que tenía a la altura del pecho—. ¡Necesita descanso y tranquilidad! ¿Cómo va a tenerlos con ese ser cerca?

—Eso me recuerda que te olvidaste el tónico para ratas —dijo Hermione, entregándole a Ron la botellita roja—. Y deja de preocuparte. Crookshanks dormirá en mi dormitorio y Scabbers en el tuyo, ¿qué problema hay? El pobre Crookshanks... La bruja me dijo que llevaba una eternidad en la tienda. Nadie lo quería.

—Me pregunto por qué —dijo Ron sarcásticamente, mientras emprendían el camino del Caldero Chorreante. Encontraron al señor Weasley sentado en el bar leyendo El Profeta.

—¡Harry! ¡Alicia! —dijo levantando la vista y sonriendo—, ¿cómo estáis?

—Bien, gracias —dijo Harry en el momento en que él, Alicia, Ron y Hermione llegaban con todas sus compras.

—Muy bien, señor Weasley, ¿qué tal por Egipto? —preguntó Alicia.

—Oh, espléndido, Alicia, gracias. Ha sido un viaje maravilloso, seguro que Ron te puede contar todo lo que hicimos —respondió sonriendo.

El señor Weasley dejó el periódico, y Alicia vio la fotografía ya familiar de Sirius Black, mirándole.—¿Todavía no lo han cogido? —preguntó Harry.

—No —dijo el señor Weasley con el semblante preocupado—. En el Ministerio nos han puesto a todos a trabajar en su busca, pero hasta ahora no se ha conseguido nada.