2¬TULIPS

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↻Tulipanes 

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━━━━━━━ALICIA Y HARRY SE HABÍAN DEDICADO A HACER TODO LO QUE QUERÍAN. Por las mañanas se despertaban sobre las nueve y media, desayunaban juntos, reían, hablaban... y luego se iban al callejón Diagon a dar un paseo antes de ir a la Heladería Florean Fortescue, donde Alicia y el mismísimo Florean Fortescue ayudaban a Harry con los deberes y trabajos que tenía que terminar. Además, les daba helado gratis cada media hora.

Llevaban varios días así, y aunque amaban estar juntos, echaban de menos también a sus dos amigos. Según la última carta que Alicia recibió de Hermione, llegarían al callejón Diagon al día siguiente, aquello levantó los ánimos de Harry mientras terminaba una redacción sobre la quema de brujas en los tiempos medievales. A la hora de comer volvieron al Caldero Chorreante y comieron a su ritmo, hablando de qué podían hacer antes de que Ron y Hermione viniesen. 

Harry propuso ir al muro, solían ir casi todas las tardes al ver el atardecer. A Alicia le encantaba, pero como era su último día solos, quería hacer algo especial— ¿Y si salimos a cenar? En el callejón Diagon debe haber alguna taberna o algo al estilo de Hogsmade. —en ese momento, Harry recordó que ese año no podría ir a Hogsmade porque su tío no le había firmado la autorización, su cara se tornó a una de molestia— ¿Qué pasa?

—Nada, sólo que mi tío no firmó la autorización de Hogsmade, dudo poder ir —explicó.

—¿Qué? Ni de broma, tú vendrás conmigo y con Ron y Hermione sí o sí, ¡tenía planeado un montón de lugares que visitar! Yo ya he ido varias veces por navidad, pero nunca con amigos —se quejó Alicia, haciendo un mohín. 

Harry le sonrió y le agradeció, mirándola a los ojos. ¿Cómo podía ser tan guapa? De verdad, Harry no podía explicar lo que sentía cuando estaba cerca suya, eran tantas cosas. Recordó también lo que le dijo en la estación meses atrás, que quería decirle algo, debía encontrar el momento correcto y se le ocurrió una idea. 

Citó a Alicia en el patio trasero del Caldero a las siete de la tarde, la llevaría a un sitio como sorpresa. Alicia, muriéndose de curiosidad, aceptó y después de comer, cada uno subió a su habitación a prepararse. La chica se duchó, se peinó y se vistió con esmero, quién vamos a engañar, se esforzó más de lo normal. Acomodó su collar sobre su cuello, mirándose al espejo y se sonrió, feliz.  

Cuando dieron las siete, salió de la habitación mientras se guardaba la varita en su bota y bajó las escaleras, recolectando el tirante de su vestido, que se le había bajado. Harry ya estaba abajo y cuando la vio bajar por las escaleras, quedó embobado. Alicia se sonrojó.

—¿Debo fiarme de ti? No sé a dónde vamos —dijo la rubia con un tono de broma, Harry boqueó como un pez, nervioso sin saber muy bien por qué lo estaba. No le quedó más que asentir y agarrarla de la mano.

Ambos jóvenes caminaron bajo el sol derretido y las nubes rosadas y esponjosas, balanceando sus manos y lanzándose alguna que otra mirada de cariño. Entonces, rodearon unas tiendas y tomaron un camino de piedra que Alicia no había visto nunca, ¿cómo sabía Harry de ese lugar? Pero su mente quedó en blanco por la sorpresa al ver el lugar a donde la estaba llevando. Su boca se entreabrió, alucinada, y sus ojos brillaron con emoción. 

³Alicia y el Prisionero de Azkaban [LRYEA: ✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora