Nova ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #3

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗

-Mi amor, cariño.

Me quejo. Damiano me está moviendo para que me despierte pero yo quiero seguir durmiendo.

-Coriiii. Despiertaaaaaaaa. Mi amooor.

-¿Queeeeeeeeeeeeeeeee?

Cuando me giro le veo sonreír.

-¿Te encuentras mal?

-Tengo sueño.

-¿Y si te hago el amor?

Su mano pasa por todo mi brazos y entrelaza nuestros dedos.

-Tengo sueño.

-Ay amor, ya verás que no te cansas. Un ratito.

-Es que contigo nunca es un ratito.

Me abrazó acariciando mi abdomen casi tocando mis pechos.

-Ya verás que es como ibuprofeno.

Me río en bajo.

El suelta poco a poco el agarre y baja poco a poco sus brazos por mis piernas bajando la braga. 

-Disfruta.

-Es difícil no disfrutar contigo.

-Que alago mi amor.

Me besa y baja su mano a mi intimidad. Comienza a acariciar y antes de que siga me acuerdo de mi familia.

-Nos van a oír.

-¿No era eso lo divertido?

-No.

-Bueno, creo que no es por mi culpa por la que nuestros vecinos se saben mi nombre ya.

Se que estoy roja como un tomate y menos mal que está oscuro.

-Aparte hace una hora y media que están durmiendo todos. Puedo escuchar los ronquidos de tu tío desde aquí.

Él continua el trabajo que había dejado a medias y va metiendo un dedo. 

Reprimo un gemido y muerdo la almohada para no hacer ruido.

Damiano mete otro dedo y estoy apunto de llegar. Movía los dedos dentro y fuera lentamente.

Y justo cuando iba a llegar saca ambos.

-Menudo ibuprofeno.

-Tiendes mucho a pensar que hemos terminado pronto.

Veo que se quita los pantalones y me sube encima de él. Introduce su miembro y me siento en el cielo. Ni sueño ni hostias.

Comienzo a mover mis caderas. Él tiene sus manos a mi lados marcando el ritmo.

Muerdo mis labios cuando siento esa liberación en mi cuerpo y en pocos minutos él también. 

Veo su frente llena de sudor. Nuestras caras están una en frente de la otra.

Él pasa una mano poniendo un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-¿Sabes? De pequeña siempre quería tener un hermoso novio, que me quiera mucho, que fuera súper mega rico...

-Súper materialista tú mini Cori.

Rio por lo que ha dicho y termino lo que iba a decir.

-Y, ¿sabes esas escenas donde el romance amoroso mira a la protagonista, a ella le cae un mechón de pelo, él se lo coloca detrás de la oreja y se miran como dos tontos enamorados?- él asiente.- Siempre quise sentir esa sensación de ser una tonta enamorada por alguien.

Él sonríe.

-Yo también te quiero, fleur.

-¿Pensabas que me refería a ti? Te falta la belleza, cariño.

Los dos nos reímos y yo le robo un beso.

-Te amo Damiano.

Él se asusta y se incorpora.

-¿Qué? He dicho algo mal.

Él sonríe y acerca su mano a mi barbilla.

-Es que cuando empezamos, una de las primeras cosas que me dijiste fue que solo le dirías te amo al hombre en el que confiaras y con el que te sintieras especial.

Sonrío cuando me doy cuenta que se acuerda de eso y le doy un beso.

-Te amo, te amo, te amo. TE SÚPER AMO.

Rio mientras le tapo la boca y él sigue diciéndome que me ama.

-Yo también te amo, Damiano.- le digo para que se calle con mis manos en sus mejillas.

Él también pone sus manos en mis mejillas y me planta un beso.

-Je t'aime.

Le doy otro beso.

-Si seguimos así no dormimos.

-Se me ha ido el sueño yo creo.- le digo.

El se ríe y se sube a horcajadas encima de mi besándome.

Ni siquiera hace falta que se quite nada y vuelve a la acción.

Vivan las segundas rondas.

Daba estocadas rápidas y fuertes. Me tapa la boca porque se iban a despertar todos.

Saca su miembro de mi y me da la vuelta. Muerdo la almohada porque se que llega el momento de mi  muerte.

Mete su polla en mi culo pero si lo de antes era bruto, ahora estoy saludando a San Pedro.

Sacaba y metía su polla y yo solo disfrutaba mientras me iba dejando besos y chupetones en el cuello.

Vuelve a sacar y darme la vuelta, me manejaba como un muñeco.

Me besa mientras vuelve a penetrar su miembro en mi intimidad. 

-Eres la mujer más guapa y preciosa que he conocido en mi vida.- me dice.

Asiento aguantando las ganas de gritar su nombre porque esta penetrando mi culo y a la vez metiéndome dedos en mi coño. 

Volví a sentir esa sensación de liberación y me mordí el labio para no gemir.

Él también llego y se tumbó a mi lado.

-Buenas noches, fleur.

-Buenas noches.