𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟒

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Coraline

Avanzando unas semanas desde el incidente, del cual me arrepiento completamente. No estaba completamente lucida.

Ahora que Damiano lo sabía, pensaba en hacerlo oficial, al menos a nuestra familia. Sabía que aún era pronto para anunciarlo públicamente.

Sobre todo porque aún estaba en mi segundo mes.

Habíamos ido a nuestra primera ecografía juntos.

Era difícil ver, pero ya en la semana nueve podíamos ver un poco su forma.

-¿A qué semana podemos saber el sexo?

Toma la primera pregunta de mi novio.

-De la semana 12 a 14.- dice el ginecólogo casi riendo.- Aunque no siempre se acierta.

Saliendo de la consulta y yendo para el coche le pregunto la pregunta estrella.

-¿Por qué no hacemos una cena mañana para contárselo a ambas familias?

-¿Estás segura de que no quieres contárselo a tu tía en privado sin que monte una escena?

-Estoy segura.

-Bien, pues vamos a casa y se lo decimos.

La noche siguiente, cuando los invitados ya estaban en casa, yo dejé señales a propósito. Pasar mucho más tiempo con mi sobrinita, solo bebí agua, por no mencionar el vestido apretado que algo dejaba mostrar.

Quería que de alguna manera alguno se diera cuenta y preguntará, pero no pasó.

Ya en la cena Damiano me miró preguntándome si estaba segura de lo que iba a hacer.

-Familias. Damiano y yo tenemos algo que anunciar.- digo levantándome.

-¿Vais a casaros?

El padre de Jacopo, quien había formulado la pregunta, le da una pequeña colleja.

-No interrumpas a la muchacha.

-Vamos a ser padres. Estoy embarazada.- digo finalmente.

-Eso es magnífico.- dice la novia de Jacopo, Alice.

Todos son felicitaciones y felicidad hasta que veo la cara de mi tía. Temo a cualquier cosa que vaya a decir.

-¿Crees que el drogadicto va a ser capaz de ser padre?

-¿Disculpe?- la madre de Damiano responde antes que yo.

Mi tía pasa completamente de ella.

-¿Qué pasó con la chica que tenía planes en su vida? La que iba a casarse con un chico con futuro e iba a formar una familia cuando pudieran económicamente. ¿Qué pasó con mi chica buena?

-Mira tía, estoy hasta el moño de tener que seguir tus expectativas. Damiano y yo podemos perfectamente alimentar a cinco hijos con nuestro saldo. Incluso con solo un saldo podríamos. Damiano es súper capaz de cuidar a un bebé y lo hará mucho mejor que tu. Y como no puede faltar tu comentario sobre las drogas, él es joven, admito que le gusten las fiestas. Corrijo. Que NOS gusten las fiestas, que bebamos, ambos. Pero no es un drogadicto. Ahora, si no estás feliz con la noticia y lo único que vas a hacer es seguir criticando a mi pareja y al padre de mi bebé te invito a que te retires.

Ella me mira muy ofendida.

-Aquí tienes dinero para un taxi, no me gustaría obligar también a tu familia a irse solo por tu culpa. Disfruta del viaje.

Me dirijo a la puerta y le abro solo para insistir que se vaya.

-Algún día vendrás llorando por ese mojigato.

-A ti seguro que no.

Cierro la puerta en cuanto se va y vuelvo a la mesa.

-Lamento la escena.

Al principio fue un poco incomodo, pero al final gracias a la familia de Damiano pudimos reírnos un rato. Creo que mi familia estaba demasiado avergonzada como para alegrar la noche.

-Me alegro muchísimo por la criatura. Va a tener unos padres maravillosos y con vuestra voz vais a dormirle enseguida.- dice la madre despidiéndose.

-Gracias.- Le digo.

-Venga mamá. Que tenemos cosas que hacer, deja de achuchar a mi novia.

-¿Qué tipo de cosas?

Y de nuevo le dan una colleja al señor Jacopo. Esta vez de parte de su novia.

-Guarro.

-Estoy muy muy feliz por la noticia.

-Lo sabemos mamá.

-¿Cuando nace?

-Estoy de 9 semanas así que hecha cuentas.

-Agosto.- se aproxima la madre.

-¿¡Agosto!? Eso es mucho.- se queja el hermano de mi novio.

-Ea, acoquina.- le dice mi novio con un gesto para que vaya yendo.

Los vimos alejarse y meterse al coche.

-¿Qué cosas tenemos que hacer?- Le pregunto.

-Tu dormir. Estarás cansada. Y yo te acompaño.

No tenía que decírmelo dos veces, casi corrí arriba y me tire a la cama con el vestido y todo.

Damiano se tumbó a mi lado y comenzó a pasarme un algodón húmedo por la cara. Intuí que era desmaquillante. Después me desvistió y me puso el pijama.

El también se desvistió y se puso un pantalón de chándal para tumbarse a mi lado.

Me dio un tierno beso y paso su mano por mi cara para que cerrará los ojos pero solo causó mi risa.

-Te quiero.

-Nosotras también te queremos.

-¿Nosotras?

-Tengo el presentimiento de que será niña.

Nova ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora