𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒

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Dos putas rayas, dos putas rayas. Y bien claras.

-Enhorabuena.

-No, me niego. Está defectuoso el test. 

-¿Quieres que compre otro?

-Sí. Por favor.

-Tú espérame aquí.

Asiento y cojo el móvil para entretenerme un rato hasta que vuelve. Mi vista se desvía al chupete que había comprado.

¿Estaba embarazada? ¿De verdad iba a tener un hijo?

Mi hermana llega como un rayo y vuelvo a meterme a un cubículo a esperar a que mi cuerpo decida soltar fluidos. 

-Esta vez es digital, así sabremos de cuentas semanas estás.

-Bien.- le digo.

No pasa mucho rato hasta que puedo salir del cubículo ha esperar otros quince minutos. 

Mi vista esta fija en el reloj de arena y me cuerpo se retuerce cuando desaparece y en su lugar hay un: Enceinte. 3-4 semaines.

O sea, que tenía 3 o 4 semanas de embarazo.

Me quedo en shock, ahora no podía negar el embarazo teniendo dos pruebas diferentes positivas.

-No me voy a meter en tus cosas de pareja, pero creo que cuanto antes se lo digas a Damiano antes te quitas un peso de encima.

-Lo sé. Pero no sé si quiero un hijo ahora.

-Piénsatelo, yo no le diré nada a nadie. Lo prometo.

Abrazo a mi hermana dejando caer algunas lágrimas. Me había hecho a la idea de no poder tener hijos, y ahora tenía dos putas pruebas positivas.

Salimos del bar y volvemos a casa. Ya estaban todos poniendo la mesa o cocinando. 

Veo la escena de los niños recibiendo a mi hermana y Fred besando a su esposa. 

Siento los brazos de Damiano agarrar mi cintura. Me va a dar un beso en la cabeza pero discretamente me aparto y ayudo al resto a poner la mesa.

Me sentí mal por haberle hecho eso pero fue como un gesto instantáneo.

Nos sentamos y comemos tranquilamente bajo el poder del terrible silencio. 

Miro de reojo a Damiano, no parece enfadado ni molesto. 

-Coraline, pásame la sal.- me pide mi tío.

Antes de que siquiera llegase al salero, Damiano alarga su brazo y se lo pasa él. Ni siquiera sonríe como otras veces cuando se burla de que no llego a algo.

Definitivamente estaba molesto.

La gente poco a poco va levantándose de la mesa cuando terminan pero yo trato de tardar todo lo posible. 

Ni siquiera una caricia, un susurro, una sonrisa, no soltó ninguna de sus bromas durante la comida.

Espere a que se levantara y miré a mi hermana. Ella articula un "cuéntaselo" sin sonido, me levanto y subo las escaleras.

La puerta del cuarto esta cerrada, abro la puerta despacio, las persianas estaban bajadas al completo y no alcanzaba a ver mucho, pero estaba casi segura que Damiano no estaba en la cama.

Me tumbo en la cama y palpo su lado. Nadie. Me incorporo y abrazo mis rodillas.

Veo su figura entrar por la puerta, y espero impaciente a que me diga algo, incluso si solo me va a echar en cara todo lo que hago mal.

-¿Te acuerdas que ayer me dijiste que tenías miedo a perderme?- dice después de un silencio doloroso.

Comienza a subir las persianas y sigue habiendo un silencio durante el cual mi cabeza piensa en todas las posible continuaciones. Incluso me da tiempo a regañarme a mi misma por algunas opciones que me atrevo a pensar.

-A veces creo que eres tú la que se cansa de mi. No sabes lo mal que me siento cuando un día me dices que me quieres y al siguiente me evitas, Coraline. Pero me duele aún más el hecho de querer soportar todo eso, solo por tenerte a mi lado.

Agacho mi cabeza. Recuerdo todo lo mal que hice en el pasado, todo por mi estúpida manía de pensar cosas que no son.

-¿Nunca te has parado a pensar en el miedo que tengo yo de acostarme una noche a tu lado, y que al día siguiente no quede una solo pizca de tú presencia? Y solo por tonterías. Peleamos por estupideces y te enfadas, o mejor dicho, piensas mal de la gente a la mínima.

No digo nada porque tiene razón. Tiendo a pensar mal de todos, incluso de mí, espero que la gente se esfuerce en ser perfecta solo porque yo trato de serlo siempre.

-Y lo testaruda que eres, incluso si tus argumentos en una pelea son flojos e inválidos, tú siempre haces lo posible para poder ganar las peleas. Pero no puedes ganar todo, cariño. La cantidad de veces que los bebés se caen antes de andar es inmensa.

Mi cuerpo se tensa al escuchar la palabra "bebé". El se sienta en frente. Esperando una respuesta por mi parte. Pero yo sigo en la misma postura que cuando entró.

-Y lo peor de todo, es que siendo así de imperfecta te quiero, te quiero mucho Cori.

Ahora es mi turno de hablar. Mi mente piensa en opciones que descarto porque no me imagino formulando esas palabras.

-Ni siquiera merece la pena decirte nada, si no parece ni que me hayas escuchado.

Se levanta de la cama y yo replico, y le pido que se quede, que hablemos las cosas. Pero él baja las escaleras a toda prisa.

Me tumbo en la cama mirando al techo. 

Me cago en la madre que me parió y en el momento en el que me exigí ser perfecta. Todo por culpa de, de mí. 

Ni siquiera puedo evitar intentar culpar a otra persona, pero es mi culpa. Yo siempre la cago, y siempre lo haré.

Nova ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora