Nova ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #3

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟗

Una niña corre hacía su madre después de un día en el colegio. Le gustaba mucho estar con su grupo de amigas, pero no le gusta más que llegar a su madre y abrazarla.

-Hola cariño, ¿qué tal el día?- dice cogiéndola en brazos.

-Hoy la profe nueva nos ha dejado hacer manualidades antes de irnos y os he hecho a papá y a ti una carta y a la tata una maceta con palos de helado.

-Que bien, muchas gracias.

-Están en la mochila.

Antes de bajar a la niña al suelo le da un ataque de besos, causando risas en su hija de siete años.

Ambas cruzan la calle de la mano y mientras la niña le cuenta su día a su madre la rubia escucha atentamente. Pasan un par de calles hasta pararse enfrente de un instituto.

-¿Queda mucho para que salga la tata?

-No. Solo diez minutos.

-Es mucho tiempo. Estoy cansada.

-Lo sé, pero tienes que ser paciente.

-¿Este verano vamos a ir a ver a Jean?

-Eso creo, si papá no tiene mucho trabajo sí.

-Pues yo le ayudo y nos vamos antes.

La mujer se ríe y ve como su hija juega a la rayuela que hace unas semanas habían pintado juntas con una tiza de casa.

Cuando suena el timbre un montón de gente sale y la mujer ve como su hija corre a la entrada. Todo el mundo se separa en una bifurcación, derecha o izquierda, dejando en el centro a la niña.

Una rubia sale hablando con sus amigas y cuando se cruza con la niña la coge en brazos. Esta misma se despide de sus amigas y se acerca a su madre con su hermana en brazos.

-¿Nos vamos?

-Sí, me muero de hambre. ¿Qué hay para comer?

-Hay albóndigas.

-¡Sí, mi comida favorita!

-Pero ayer dijiste que tu comida favorita eran las lentejas.- le reprocha la adolescente a la niña.

-Es que tengo muchas comidas favoritas.

Con esa respuesta se queda tan tranquila y se desliza entre los brazos de su hermana para bajar al suelo. En ese momento, se pone a correr hacía un perro que justo había doblado la esquina.

-Coraline, no molestes a la gente.- dice su madre al darse cuenta de que era un perro guía.

-Pero no molesto, mami.

-A ese perro no le puedes molestar ni distraer. Él trabaja como papá y como mamá, y está ayudando al señor a caminar y a guiarse.

La niña abre la boca en forma de o para soltar una o larga y solo se encoge de hombros y va pegando saltitos hacía el coche de su madre, aparcado al final de la calle.

-Coraline, Cori. Fleur.

Mis ojos se abren y miro a Damiano que me llamaba.

-¿Por qué estabas llorando?

Frunzo el ceño y me paso una mano por el ojo para comprobar que efectivamente estaban húmedos.

-No lo sé.

-¿Has soñado algo?

-No lo recuerdo.

Se acerca a mi y deja un beso en mi frente. 

-Mejor vístete antes de que cierren el restaurante.

-¿Qué hora es?

-Las nueves, cierra a las diez.

Después del pequeño desayuno que nos ha tocado comer a toda prisa hemos ido de turistas por la vida. Y foto, y mira eso, y vamos a ese lugar. Cosas de turistas.

Estuvimos poco tiempo en el museo de Louvre, porque era un aburrimiento, nunca me han gustado los museos.

Fue un día largo y estuvimos todo el día fuera explorando incluso rincones que yo no hubiera descubierto si no fuera porque por culpa de Damiano nos perdimos.

Estuvimos horas caminando, tratando de encontrar una manera de volver a los lugares concurridos. Sobre todo porque teníamos que ir a un restaurante pero acabamos comiendo en un bar en unas calles que nunca había visto.

Pero aprendí que la mejor manera de conocer una ciudad o un lugar es perdiéndote, porque nunca te meterías en calles por las que el resto de gente no va. 

Las calles por las que paseamos eran preciosas, tenían muchas historias, y los nombres era lo más gracioso para Damiano que se podía tirar minutos enteros riéndose.

Fue un día gracioso y bonito, lamentablemente al día siguiente tuvimos que volver a Italia.