𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟎

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Por la mañana despierto y me estiro comprobando que Damiano no estaba en la cama. O que le había tirado por la noche al suelo. 

Pero no estaba en el suelo. Lo único que hay es mi pijama. Lo recojo y me lo pongo.

Escucho varias notificaciones en mi móvil y alargo mi mano para coger el móvil.

Tengo varios mensajes de Carlotta. Hoy se estrena el video de Stars y ella me ha dado las contraseñas de mis nuevas redes las cuales ya se ha encargado de difundir y actualizar con ayuda de todo el equipo.

Lo único que ha subido a Instagram ha sido una historia con una cuenta regresiva al estreno de stars y una foto en negro con la frase "Hola de nuevo".

Ya tengo unos pocos seguidores allí y en Twitter pero cuando veo las notificaciones de Tiktok me quedo en shock. 

Es imposible que de la noche a la mañana ya haya tanta gente siguiendo la cuenta y por no hablar de la cantidad de teorías que hay en el único video.

Está echo con la canción "I hope ur ok" en la parte donde dice I miss you y solo pone eso en el video, el resto es una pantalla en negro. Todavía no estoy verificada y según lo que dice James en el grupo de Whatsapp es mejor mantener la intriga sin poner foto de perfil hasta el estreno.

-Tita.- miro a Ada que acaba de entrar.- Ugh, huele raro aquí. 

Si tu supieras niña.

-Ya, se abra roto el ambientador.- que buena actriz eres joder.- ¿Qué ocurre peque?

-Mamá dice que vayas a desayunar, hemos hecho gofres Bruno y yo.

-¿Solos? Habrá que probarlos. Voy enseguida.

-Vale. 

Sale y cierra la puerta, yo le enseñé eso.

Sonrío como una tía orgullosa y salgo de la habitación. Todos están en la mesa animados. Me acerco al último sitio libre, entre Damiano y mi tía.

Y justo cuando mi hermana me mira el cuello es cuando me acuerdo de lo de anoche. Me tapo el cuello corriendo con las manos.

Como muy rápido los gofres y me tomo el zumo.

-¿Cómo estaban?

-Muy ricos, muchas gracias peque. Voy a volver a la habitación a cambiarme y ducharme, ¿si? Ahora vuelvo y repito.

Me levanté a toda prisa y fui a mi cuarto a por el estuche de maquillaje y la ropa que me iba a poner, y fui al baño. 

Miro mi cara desesperada y me hecho un poco de agua fría en los chupetones. Debería haber traído una cuchara fría, pero hubiera sido imposible delante de toda mi familia, hubieran sospechado muchísimo.

Dejo de pasar mi mano a toda velocidad con crema como si eso fuese a ayudar. Simplemente me quito la ropa y me ducho super rápido.

Cuando salgo antes de vestirme procedo a intentar remediar los dos chupetones más visibles que he tenido en toda mi vida.

Ni los que me hacía yo de pequeña por que sí.

Ambos eran grandes, morados y notables. Y yo que pensaba que me acostaba con un italiano y no con una aspiradora.

Cojo el corrector para empezar a cubrir la mierda esta. Bueno lo de anoche no fue tan mierda.

Borro mi sonrisa y sigo borrando la cosa esta. Me he echado una buena capa de corrector y solo he conseguido que se vaya un poco. 

Me pongo base, mucha base.

Tanta que acabo pareciendo el monstruo de Frankestein si se quitara los tornillos y se maquillara la herida. Cojo agua micelar y rasco todo el maquillaje. 

Busco en Google y sigo los pasos tal cual, se ve mejor que lo de antes eso seguro.

Me pongo la ropa y vuelvo a salir al comedor, mi sobrina enseguida viene con el último gofre.

-Gracias peque.

-Damiano se lo quería comer, pero yo le di con el tenedor para que pudieras comértelo tú.

-Las cucharas de plástico duelen mucho.- me susurra mi novio.

Me como el gofre disfrutándolo mucho más. No estaba nada mal para haberlo hecho unos niños pequeños, y si los hubiera ayudado mi hermana hubieran salido peor.

-¿Y tía?

-Se ha ido a vestirse, vamos al pueblo para ver la actuación de Navidad. ¿Venís?

-¿Esa de los osos en el tejados? Es siempre la misma.- me quejo.

-¿No te encontrabas mal esta mañana?- le frunzo el ceño mirando a Damiano.- Deberíamos quedarnos en casa para que no te agobies con la gente y te encuentres peor.

-Oh, tienes razón. Vosotros ir a disfrutar.

-Adiós tita.- me dicen mis sobrinos a coro, con todos esa ropa de abrigo y sus abrigos super esponjosos parecían muñecos de nieve.

-Adiós pasarlo bien.

-Mejórate.- me dice Sara.

-Créeme que mejoraré.- murmuro.

-¿Qué?

-Que eso haré.

Cierran la puerta y Damiano enseguida me coge de las muñecas y las piernas a modo saco de patatas. Me lleve escaleras arriba a nuestra habitación y me deja, no muy cuidadosamente, en la cama. 

-¿Qué quieres hacer princesa?

-No sé lo que tu quieras.

-Esta casa la conoces tú mejor que yo. Y como tu hermana me ha dicho que iban a estar toda la tarde fuera, tenemos tiempo para que desarrolles tus fantasías en esta casa. 

Su sonrisa picara y mi risa nerviosa delataba que íbamos a hacer muchas cosas esa tarde. Y no muy productivas.

-Ven corre.

Le tire hacía la azotea y le puse delante del super mega armario empotrado, y como sospechaba, vacío. Alizée prefería guardar sus cosas en el pequeño.

Este armario lo pusieron cuando llegué a la familia.

-¿Qué hacemos aquí?

-Aquí me di mi primer beso. Hicimos una fiesta de pijamas con muchos niños en el pueblo y jugamos al juego de la botella. Me tocó con el chico que me gustaba y nos dimos un pequeño beso.

-Sigo sin entender nada. 

-¿Te gusta el peligro?- le digo mientras le arrastro dentro.

Nova ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora