Capítulo 10

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Después de la terapia y de esa hora interminable, salgo de la sala sin tan siquiera mirar a nadie. Sigo pensando en que yo soy el más inofensivo de todos y después de escuchar lo que les llevaron a estos chicos a venir aquí... me resulta incómodo permanecer más tiempo e intentar socializar con ellos. Sin embargo, alguien me coge del brazo y me obliga a parar. Cuando me doy la vuelta veo a Connor sonriendo y con la cabeza me indica que salgamos a fuera. Antes de salir me despido con la mano de Alicia y ella me devuelve el gesto.

-¿Sabes? Cuando te he visto nunca pensé que trabajaras siendo boxeador - me dice nada más salir por la puerta.

-Eso porque - le digo y me doy cuenta de que he sonado algo borde - quiero decir que, ¿por qué piensas que no trabajo de eso?

-No hay más que verte chaval, no pareces el típico boxeador chulito, con los bíceps más grandes que mi cabeza y chutado de pastillas hasta el culo.

Me río, aunque lo de las pastillas no va mal encaminado.

-No todos los boxeadores somos así.

-Ya lo veo, ya - me dice mirándome más tiempo del que yo querría. Sin embargo, no digo nada y miro hacia otro lado.

Este chico me intimida, no sé como lo hace pero su forma de mirarme me aterra y a la vez me da fuerza y valor, no sé si ambas cosas son compatibles.

-Drake... - me coge del brazo y lo miro - te he parado para decirte que lo que has contado ahí dentro me ha afectado mucho...

-Lo siento, no pretendía.

-No, no, lo digo en el buen sentido. Quiero decir, que me ha hecho ver que las cosas de mi pasado son remediables y que haya más gente igual o parecida a mí... me ha hecho ver que existe un futuro, uno bueno.

Gente igual o parecida a mí...

Le sonrío aunque esas palabras me hayan hecho recordar a una persona que no quiere tenerme cerca. Suspiro. Maldito niño pijo.

-Y estoy seguro que tú piensas lo mismo.

-Y tanto - digo en un susurro.

-¿Cómo?

-Digo que porque dices que yo pienso lo mismo que tú.

-Porque estoy completamente seguro de ello - me dice con firmeza y veo en sus ojos seguridad y confianza en sí mismo.

Justo lo que yo no tengo.

Connor se ríe y se pasa la mano por su pelo castaño mientras gira la cabeza hacia un lado. En ese momento, el cuello de la camiseta se le baja y justo puedo ver un pequeño tatuaje que tiene en el cuello.

1312.

Frunzo el ceño y abro la boca para preguntarle de que se trata pero entonces, Connor se vuelve a girar y me interrumpe.

-Tus palabras han significado mucho para mí y espero que podamos ser amigos - me dice con una sonrisa.

Le devuelvo el gesto y asiento con la cabeza.

-Claro.

-Genial - dice, arremangándose la sudadera y mirando la hora en su reloj - me tengo que ir, ha sido un placer conocerte. Te veo mañana en la terapia, hasta luego.

Antes de irse me da unas palmaditas en la espalda y se va casi corriendo. Observo como se va y pienso en lo extraño que ha sido conocer a un tipo así como así. De camino a casa, no me puedo sacar de la cabeza a Connor, a sus repentinas ganas de que seamos amigos y a su tatuaje. Algo tiene que significar. Me como la cabeza con eso de vuelta a casa y pretendo que deje de importarme. No puedo estar comiéndome la cabeza con todo lo que me parezca nuevo o me dé curiosidad.

DrakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora