Carlysle
Los días pasaban tranquilamente, Aidan iba a la escuela e iba y venía de mi casa a la suya y a la de Cyra, mientras tanto yo me mantenía al margen con todo el trabajo que tenía que hacer.
Después del día que lo besé comenzó a pasar más tiempo en mi casa, eso me hacía muy feliz porque ahora tenía a alguien esperando por mí, y era tan hermoso como extraño, pero comencé a enamorarme de simplemente llegar a charlar un rato con él, otra casi siempre llegaba muy tarde por la noche y él estaba cansado.
De a poco Aidan y yo íbamos tomando más confianza el uno en el otro, nos íbamos conociendo cada vez más y, hablando únicamente de mi, el cariño que sentía por él crecía un poco más cada día.
Y a pesar de lo mucho que me atraía Aidan sexualmente hablando nada más que besos y abrazos habían pasado, pues como se lo había prometido, yo lo esperaría el tiempo que fuera necesario hasta que estuviese listo.
Intentaba pasar el mayor tiempo posible con él para que de a poco nos hiciéramos más cercanos, y para ser honesto, lo estaba consiguiendo.
La clara prueba de ello era lo que estaba sucediendo justo en estos momentos, Aidan había llegado de la escuela y dijo que se sentía mal y que estaba cansado; lo animé a qué comiera un poco y a que hablara de como se sentía y de que le había pasado, me comentó muy brevemente.
Invité a Aidan a pasar el rato conmigo para intentar mejorar un poco su día, fuimos a la habitación que usaba él y luego pusimos una película en su laptop, le pedí permiso para abrazarlo y aceptó sonriente, dejando de lado a Chispita. Cuándo menos lo noté Aidan ya se había dormido, usando mi pecho como almohada, me estiré un poco y alcancé una frazada que estaba cerca y cubrí su cuerpo con esta.
Mientras yo seguía viendo la película acaricié la cabeza y espalda de Aidan, a lo que él solo se removió un poco bajo mi tacto y siguió durmiendo tranquilamente.
Luego de un rato y, al mismo tiempo que terminaba la película, Aidan despertó.
—Buenos días, bello durmiente— comenté gracioso mientras acariciaba un poco su mejilla.
—Lo siento, no quería dormirme pero estaba muy cómodo— comentó levantándose un poco para verme.
—Está bien,— respondí restándole importancia —igual la película no era muy buena.
—Es bueno saberlo.— respondió luego de bostezar —¿Qué hora es?
—Media noche— respondí.
—¿Y por qué no te fuiste a tu cuarto a dormir? Seguramente estás cansado y mañana tienes que ir a la oficina.
—Estoy un poco cansado,— concedí —pero no quería moverte.
—Igual dormí bien pero ¿no te incomodé?
—Para nada, estuve muy cómodo.
—¿No tienes sueño?— preguntó Aidan mientras se volvía a recostar en mi pecho. Reí un poco porque de cierta forma había había repetido su pregunta anterior, lo abracé con un poco más de fuerza y respondí:
—Si, tengo un poco de sueño.
—Quédate a dormir entonces— propuso adormilado.
—¿En serio?— pregunté con emoción.
—Hmm…
—Voy a cambiarme y vuelvo, ¿si?
—No te tardes— respondió Aidan girando para que me pudiera levantar.
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La Sacra Corona
Teen FictionHistoria BL (chico X chico) Aidan es un chico que mantiene una feliz relación con su novio William Beck, el líder de la segunda mafia más poderosa de Italia. Sin embargo el día de su cuarto aniversario descubre una desgarradora verdad. Desolado, esc...