Capítulo 10

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"¿Puedo saber cómo se hizo eso?"

La pregunta resonó en su cabeza una y otra vez ¿Qué podía contestarle? ¿Qué un maldito bastardo le había hecho cabrear por insinuar que ella no valía nada? ¿Cómo se le podía pasar por la cabeza que esa mujer tan fuerte y bella no valía más que para tenerla como un simple entretenimiento? Le hubiera golpeado hasta la muerte.
El chico negó con la cabeza y se encogió de hombros, después de todo no era su obligación decírselo. Iba a abrir la boca para inventar una mentira, cuando la señora Oyuki entró en el salón. Le había parecido escuchar la voz de una mujer a la entrada, y claro que conocía esa voz, era la voz de la mujer que tenía hechizados a todos los hombres de la ciudad.
La hermosa rubia y heredera de la fortuna del señor Inoichi Yamanaka.

La joven entró en el salón y se llevó las manos a la boca al observar al visitante de la joven viuda. Salió corriendo y pegó un salto para aferrarse fuertemente a los brazos del azabache, que con gran agrado la tomó de sus fuertes brazos para darle vueltas en el aire. Ino era sin duda alguna su mejor amiga y confidente. Adoraba a su querida amiga rubia, podía pasarse horas y horas hablando con ella con franqueza sobre sus sueños y sus deseos. Era, probablemente, la única verdadera amiga que Sasuke tenía.

—Sasuke, ¡Oh, Sasuke! —Gritó jubilosa la joven prometida. Sakura la observó anonadada, nunca había visto a su amiga sonreir de esa manera delante de ella. Y eso que eran amigas desde la infancia— ¿Cómo te encuentras? Pensé que no vendrías a visitarme nunca.

—Tenía cosas que hacer —dejó en el suelo a la chica y besó su frente. Sakura no salía de su asombro, ¡Ino iba a casarse muy pronto! ¿Cómo podía acercarse tanto a un hombre como si nada? Su amiga no pensaba nada en lo que podía provocar si su futuro esposo la viera— ¿Cómo has estado? El otro día apenas pudimos hablar.

—Genial, ¿sabes que Gaara es sin duda el hombre definitivo? —Sasuke puso una amplia sonrisa y pasó el brazo sobre los hombros de la chica— Es dulce, apasionado, detallista ¡oh, le amo tanto!

—Mientras que te respete a mi me vale —él frunció el ceño, tal vez recordando algo que no le gustaba— No me gustaría tener que enseñarle una lección.

—Ya. Te digo que él me respeta —dijo tras una risita la rubia. Él volvió a sonreírle y finalmente la chica desvió la mirada hacia Sakura— Sakura, cariño ¿cuándo llegaste? Podrías haber saludado.

Sasuke soltó una sonora carcajada al ver la irritada cara de Sakura ¿Ni siquiera se había dado cuenta de que estaba allí esperando como una idiota? Su amiga era lo peorcito de la tierra, tendría que explicarle un par de cosillas. Esa chica se estaba portando como una desvergonzada.

—Si hubieses mirado bien te hubieras dado cuenta de que me encontraba aquí desde el inicio —respondió de forma picajosa. Ino jadeó y se llevó las manos a la boca ¿en serio no se había dado cuenta? Esto era el colmo de la indignación— ¿A qué viniste, Ino?

—Amiga, no te pongas así, solo me emocioné un poco —Sakura observó ceñuda a su amiga y esperó a que continuara— Vengo a invitarte a la fiesta de compromiso que celebraremos mi futuro marido y yo. Espero que asistas —entregó una invitación a Sakura. Era hermosa, Ino siempre tuvo buen gusto para este tipo de cosas. Sacó otro papel y lo tendió hacia Sasuke— Esta es para ti, Sasuke.

—¿También me invitas? —Ino asintió con efusividad. Estaba realmente feliz. Sí, esta vez Ino sería feliz en su matrimonio, nunca había estado tan segura— Espero no eclipsar a la señora Hatake de nuevo —bromeó el joven. Ella entrecerró los ojos hacia su lugar— Le saldrán arrugas en la frente de tanto fruncir el ceño.

Sakura se llevó las manos a la frente e Ino asintió a lo que dijo el joven Uchiha, ¿acaso ambos estaban en su contra?
La viuda se cruzó de brazos y pudo ver una chispa burlona en la mirada de su archienemigo. Él se había convertido en eso, eso sin duda.

El hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora