Capítulo 25.

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Sasuke no se había sentido tan nervioso en toda su vida.Sarada Uchiha había sido una niña sana pero algo más pequeña de la media. Era preciosa. Sus ojos eran oscuros, al igual que su pelo. De un azabache igual al suyo.
Los genes Uchiha predominaban en ella pero tenía en ella muchos rasgos de los de Sakura.
Era hermosa. Lo más hermoso que había visto en toda su vida.

Sabía que su preciosa princesa estaba sana y salva y eso le hacía sentir un hombre muy feliz pero lo que no esperaba era que un segundo niño se encontraba dentro de Sakura. Nadie lo había esperado hasta que las contracciones habían seguido tras el primer parto. Y su mujer no parecía estar en condiciones de seguir aguantando más todo ese dolor.
Itachi no había apartado la mano de su hombro desde el momento en el que el parto comenzó. Shisui abrazaba a una preocupada Tayuya. Los niños se encontraban con Karin y Mikoto estaba en la habitación ayudando a las parteras a atender a la pelirrosa.
Nunca la había visto tan preocupada.

Sasuke colocó a su niña sobre su pecho para sentir el calor de su pequeño cuerpecito. Respiraba tranquilamente ajena a todo peligro, era realmente tierna.
Ahora si podía decir que el amor a primera vista existía. Esa pequeña niña le había robado el corazón al "mirarle" con esos ojitos azabache.

Besó su cabeza y acarició su espalda con un dedo. Había notado que eso le relajaba. Ella se sentía menos inquieta cuando él trazaba pequeños círculos en el lugar.
Un nuevo grito se escuchó en la habitación y él sintió como su corazón se hacía pedazos. No volvería a embarazar nunca a su mujer. ¿Por qué ella lo estaba pasando tan mal? Sarada había salido fácilmente. Este segundo niño estaba tardando bastante más.

Un murmullo del médico se escuchó y Sasuke se levantó con su pequeña en brazos. Caminó por la sala y se acercó a la ventana tomando una respiración antes de soltar el aire.
Necesitaba ver a Sakura pero estaba tan nervioso que su madre le había echado totalmente de la habitación.

La puerta se abrió y un par de llantos de mujeres se escucharon dentro del lugar. Sasuke caminó hacia su hermano mayor y le entregó a su niña para caminar con rapidez hacia el lugar. Observó a su mujer. Lucía cansada y apagada y su rostro estaba colorado y bañado en lágrimas.

Mikoto la acunaba y confortaba susurrando palabras en su oído como una madre lo haría con su propia hija.
Sasuke no fue consciente de lo que pasaba hasta que vio el pequeño bulto inmóvil en los brazos de la chica.
El bebé no había llorado y eso solo podía significar una cosa. Que el pequeño había...

—Señor Uchiha —Sasuke miró lívido al doctor— Era un varón. Lo lamento.

Sasuke se llevó la mano derecha a la frente. Maldita sea. ¿Uno de sus pequeños muertos? ¿Qué más daba si era niño o niña? Simplemente era su niño. ¿Cómo podía haber pasado eso? Las desgracias nunca cesaban.

Se rascó los ojos. Le picaban. Tenía unas increíbles ganas de llorar pero viendo como se encontraba Sakura, no había forma de que él se desmoronara de la misma manera. No cuando él debía confortarla a como diera lugar.

Se acercó a la cama y se sentó al lado contrario donde su madre se encontraba. Él agarró a su pelirrosa y observó como se aferraba a ese pequeño bulto tan fuerte que probablemente podría quebrarlo. Besó su sien y al instante se dio cuenta de que ambos estaban a solas con ese pequeño cuerpo inerte.

—¿Por qué tuvo que ser él y no yo? —Preguntó Sakura— Lo hubiese dado todo por él.

—Lo sé —Sasuke volvió a besarla. Observó al pequeño envuelto en su manta. Era extremadamente pequeño. Más incluso que Sarada—Sakura...

—El médico piensa que Sarada recibió más nutrientes que el pequeño —respondió la pelirrosa— Nuestra niña se fue desarrollando pero nuestro pequeño —la chica sorbió— Él recibía menos cantidad de nutrientes en su sangre así que pereció. Dice que es algo común que un gemelo sea más fuerte que otro, que se dan algunos casos pero... eso no me importa. Él no celebrará su cumpleaños, no jugará con su hermanita, no podré besarlo y mimarlo. ¿Acaso es cierto que hemos hecho algo malo y nos castigan de este modo?

El hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora