Capítulo 23

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La molesta luz del amanecer se posó sobre su rostro.
No quería despertar otro día más sin estar al lado de Sasuke. Cierto que el dormir en su cama, con el suave aroma que a él pertenecía hacía la añoranza un poco más llevadera pero aun así, saber que él estaba vivo y no estaba a su lado la hacía sentir insegura. ¿Acaso se estaba entreteniendo con algo? Y con algo quería decir alguien. ¿Y si Sasuke en estos meses se había fijado en otra persona? Pero eso no tenía sentido porque si eso fuera así él no la habría mandado hacia su casa.
Había pasado la última semana pensando en lo mismo y francamente, estaba cansada.

Volteó su rostro para evitar el haz de luz y lo apoyó en algo duro. Algo duro y cálido. Olía bien, olía a él. ¿Era él?
Abrió perezosamente sus ojos y allí lo vio. Su vista reflejaba cansancio. No parecía haber dormido mucho pero la sonrisa que había en su rostro era capaz de iluminar la habitación. Incluso con su rostro cansado era guapo.

—Dime que no estoy dormida de nuevo, por favor.

—Si estás soñando, creo que este es el mejor de los sueños, futura señora Uchiha —Respondió el juguetón— Y no me importará cortar la maldita cabeza de aquel que nos despierte.

—Hubiera quedado mejor sin el rodamiento de cabezas —Ella sonrió y acarició su redondeada barriga— Bienvenido a casa, papá.

—Ya he regresado, preciosa. —Besó sus labios castamente con una amplia sonrisa en su rostro. Después bajo con la mirada fija en su rostro hasta su vientre e hizo lo mismo. A Sakura se le inundaron los ojos, era un gesto tan hermoso. Él ya saludaba a su bebé a través de ella— Hola bebé. ¿Cuidaste de mamá? Seguro que sí.

—Es un bebé muy bueno —murmuró ella— Apenas he tenido nauseas o mareos. Aunque si que tengo sueño todo el día y estoy muy susceptible.

—Menos mal que he llegado yo para darte todo lo que quieras. —Se colocó de nuevo a su altura y volvió a besarla— Hablé con mamá. Ella me contó que Kakashi se enteró de todo de una forma un poco fea.

La pelirrosa suspiró y se encogió de hombros. Era obvio que intentaba fingir que no le importaba pero Sasuke sabía que no era así. Algo le molestaba y deseó saber por todos los medios que era aquello que tanto perturbaba a su mujer.
Se sentó a su lado y llevó su brazo hasta su hombro para atraerla hacia su cuerpo.

—¿Qué es lo que te tiene tan triste? Quiero verte sonreír hasta que te duela la cara y es obvio que hay algo que está preocupándote. ¿Es Kakashi?

—Por favor, no me hables de él —Respondió ella en un tono enojado. Eso contrarió al muchacho, él pensaba que estaría triste, no enfadada.

—¿Por qué estás tan enfadada?

—Discutí con él. —Respondió ella. Él se esperaba lo de la discusión, de hecho, su madre le contó algo— Llamó bastardo a mi bebé. Mi bebé no es ningún bastardo. Tiene dos padres que le quieren y que darían su vida por él. Mi bebé es un Uchiha. ¿Quién se cree que es para llamarle algo tan horrible? Nunca le perdonaré. Su hijo si es un bastardo y yo nunca le insulté. Le quise entregar todo, le hice mi sucesor. ¿Cómo puede estar haciéndome esto a mí?

Sasuke la apretó más contra él y besó su sien.
Llevó su mano derecha al lugar donde su bebé se alojaba y puso un rostro inexpresivo. No le hacía gracia que insultaran a su hijo. Era una parte suya y una de Sakura, era un bebé nacido del amor. ¿Por qué la gente no podía comprender algo tan sencillo como eso?

—Sasuke, tengo miedo —Ella se aferró a él— No quiero que me separen de ti y de nuestro hijo. No quiero volver a esa casa. No quiero que me lleven con Kakashi. ¿Y si él espera a que nazca el bebé para llevarme de nuevo con él? Según la ley puede hacerlo.

El hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora