—No puedo hacer mucho más por él. Tratar estos casos es... complicado. Si como dice usted es su compañero destinado, entonces sabrá que su mordida y cuidados es lo único que necesita su omega.
Horacio escuchó la voz de la doctora como si estuviera a la lejanía, su cuerpo se sentía pesado, la obnubilencia lo consumía y sus intentos por abrir los ojos y despertar del todo parecían inútiles. Volvió a intentarlo.
—Pero, no quiero hacerle daño, n-no podría-
La voz de Viktor sonaba afligida, quería decirle que estaba bien, que el dolor de la herida en su hombro no era nada comparado a lo que sentiría si lo rechazaba. Sólo quería refugiarse en su abrazo y quedarse junto a él para siempre.
—Los omegas son más resistentes de lo que piensa, señor. Su anatomía está hecha para ello. Pero ahora, depende de usted, como alfa, si se siente lo suficientemente capáz de ser el punto de apoyo de su pareja en estos momentos.
Horacio logró abrir los ojos a penas, todo se veía borroso y seguía sin poder moverse y a modo de flashback, recordó la razón. Viktor había usado la voz de mando para que no atacara a la doctora.
—Escuche, si decide no hacerlo y... la cosa se pone peor, por favor llévelo a una clínica especializada en estos casos. Al estar en celo, es mucho más complicado tratar con él, así que tenga cuidado ¿Vale? Y si van a tener sexo, por ahora no es recomendable marcarlo, ni engendrar. Al recibir la mordida de otro alfa, el omega de su novio podría sufrir un shock y alterar sus hormonas, si quedase embarazado podría sufrir un aborto o dañar su cuerpo para siempre. ¿vale?
—V-Vale
Horacio logró escucharlos intercambiar un par de palabras más antes de que la doctora se fuera y el silencio gobernara nuevamente en el departamento. Para entonces la niebla en sus ojos se había disipado y se encontraba mucho más consciente de su entorno. Escuchó al alfa acercarse hacia la habitación e intentó incorporarse poco a poco, pero una punzada de dolor proveniente de los moretones en su cuerpo y la herida de su trapecio lo devolvió a su posición original. Volkov al escuchar el quejido de Horacio se acercó a paso rápido para ayudarle, sin embargo un manotazo del omega lo tomó por sorpresa.
—Hora-
—¿Por qué usaste "la voz" conmigo? —interrumpió Horacio en un susurro. Su voz se encontraba raposa y aún se sentía adormilado, pero necesitaba hablar con el alfa. Había dejado entrar a una mujer a su habitación estando él en celo. Era inmaduro, si. Pero para su omega tenía sentido y para él eso era más que suficiente.
—Porque no quería que te hicieras daño.
Aquella respuesta no contentó del todo a Horacio, quien frunció el entrecejo. Con cuidado y ayuda del mayor, logró semi recostarse sin tener que encogerse del dolor.
—¿Hacerme daño yo o a la médico? —refunfuñó.
Viktor se sentó al borde de la cama, al lado del omega, y con una mano acarició el contorno de su rostro ya libre de los restos de sangre. Su toque fue dado con toda la delicadeza y cuidado posible, se alegraba de que Horacio se mostrara más celoso por la anterior presencia de la doctora, que molesto por haber sido manipulado por la voz alfa. No estaba orgulloso de haberla usado, pero en aquel momento se sintió acorralado y su instinto ganó.
—Hacerte daño tú, Horacio, nada me importa más que tu seguridad —declaró—. Lamento haberlo hecho, sé que no estuvo bien ejercer mi voluntad sobre ti, pero no sabía qué hacer —su voz se quebró—. Eres demasiado importante para mí, Horacio, y al volver a verte después de semanas, en ese estado... yo-
—¿Cómo aprendiste a controlarla? —interrumpió mirando su regazo. No quería hablar aún de sentimientos y mucho menos de lo que pasó. No quería volver a llorar—. La voz alfa, me refiero. No cualquiera la sabe usar a conciencia...
ESTÁS LEYENDO
STREETS - VOLKACIO (Omegaverse)
FanfictionNacido para servir y obligado a casarse por conveniencia, Horacio aprovecha la traición de su prometido para irse de fiesta sin premeditar que terminaría enrollándose con su pareja destinada. Viktor Volkov era todo lo que él soñó pero sabía que no p...