STREETS - VOLKACIO (Omegaverse)

Love will our guide

—Creo que no me estás entendiendo, García. Van a arrestar al hijo de perra de tu padre y lo van a encarcelar. De otro modo, seré yo quien le de caza... y estoy seguro que a tu clan no le gustará lo que haré con él cuando lo vea.

Horacio no puede escuchar con claridad la contestación de Gustabo a través de las bocinas, pero es claro que no es del agrado de su pareja, ya que a medida que la conversación avanza, su mirada se ensombrece.

Prefiere no hacer comentarios al respecto.

—Me importa una mierda, tienes 24 horas antes de que maneje el asunto por mi cuenta.

Zanjado el asunto, Volkov cuelga el teléfono y cae sobre el sofá con pesadez, cierra los ojos y se pinza la naríz refregándosela con los dedos. Ya son varias horas desde que el dolor de cabeza no deja de punzarle en cierta zona específica.

Horacio lo nota y abandona lo que está haciendo para acudir a él de inmediato. Se instala a sus espaldas y masajea con cariño los músculos tensionados de su amado, han pasado seis horas desde que arribaron a su hogar —tres desde que despertó—, la policía se ha ido y lleva buen rato recogiendo y limpiando en lo posible el desastre a su alrededor.

Durante ese tramo de tiempo, Viktor no paró de realizar llamadas. Michelle fue una de las primeras personas con las que contactó y terminó liándose a gritos.

El humor del alfa no era el mejor, Horacio entendía en parte el estrés que su pareja cargaba, la irrupción de alguien en su hogar no solo era un ataque directo hacia ellos.

Que el sistema de seguridad que imparte su compañía haya sido atacado y desviado significaba que el servicio brindado a cientos de familias y empresas no era confiable. El esparcimiento de una noticia como esta solo traería consecuencias negativas para su negocio.

Viktor suspira con pesadez, su cuerpo se niega a liberar la tensión acumulada y sin abrir los ojos se remueve incómodo en su sitio. Usualmente no se deja llevar tanto por sus emociones, sobre todo cuando se trata de trabajo, pero Horacio es su debilidad. Cualquier cosa que tenga que ver con él lo altera, y que un alfa fuera de control ande suelto amenazando con dañar la integridad de su omega y cachorro hace que le hierva la sangre y su instinto esté en alerta constante.

Su móvil suena notificando un nuevo mensaje, no necesita verlo para saber que es Michelle citándolo con urgencia en la oficina. Lo silencia de inmediato. La omega puede ser tan sanguinaria cómo cualquier alfa cuando se trata de negocios y prefiere aguardar hasta estar frente a frente para confrontarla, a ella y muchos más.

—Tengo que ir a la oficina... no sé cómo demonios se enteraron tan rápido pero... la noticia se esparce rápidamente y a los inversionistas no les va a gustar esto —murmura con cansancio.

Horacio detiene los masajes y le desliza las palmas por el cuello, bajando por su torso, inclinándose un poco y abrazándolo por detrás. La posición le permite a Volkov olfatear sus feromonas con mayor claridad, aquello es un soplo de aire fresco para él. La calidez que transmite su pareja destinada y aquella otra pequeña presencia es un regalo que no está dispuesto a arriesgar. No hay nada que no haría para garantizar que estén a salvo.

—Tú ve tranquilo —Horacio reparte besos sobre su sien, mejilla y mandíbula. Volkov conoce esa técnica, está buscando calmarlo, distraer su atención de la montaña de asuntos que tiene encima. Es inútil, porque su naturaleza ya se encargó de ordenar todo y seleccionar su siguiente accionar—. Me encargaré de limpiar este desastre ¿Vale?

Aquello enciende sus alertas, Volkov abre los ojos y gira ligeramente el torso para encarar al omega.

—No voy a permitir que te quedes aquí solo Horacio —advierte con firmeza. Su voz sale calmada, conoce a Horacio e intuye su reacción, sin embargo las cosas ya estaban decididas, por lo menos para él, y por ahora eso es suficiente—. Nos quedaremos en un hotel hasta que todo esto pase y cuando el bebé nazca haré los trámites necesarios para adquirir otra vivienda. Hasta entonces destinaré tu resguardo a dos trabajadores de mi confianza, ellos te acompañarán a todos lados y-